jueves, 31 de diciembre de 2009

La tristeza no me merece

Para Beatriz Alarcón García, quien me sugirió el tema y Sally Espinoza.





Este poema es un homenaje a todos mis amigos, a modo de disculpas, por haber tomado la decisión de no publicar más en facebook, a raíz de comentarios acerca de que a mi lo único que me interesa en lo que publico son los comentarios de mis amigos. NO es así, de paso aclaro que aunque estén mencionados, no tienen obligación de comentar, simplemente es mi regalo de fin de año y espero que les guste. Un beso muy grande a todos. Que el futuro próximo cercano les brinde a todos un pleno de bienaventuranzas.








Si uno supiese, a ciencia cierta, de donde viene y hacia adonde va,
estaría colmando un intersticio, un misterio,
y no sería triste, ni feliz. La vida misma.
Pero las cosas son lo que son, y aquí, en eso andamos.
No se trata de verlas como otras,
sino así como son, tal es la magia. Y confieso que, para mi, ser triste,
necesita de un hombre con agallas.
No es,
esconderse en el debajo de la tierra,
aunque digan que la muerte viene a ti,
porque es,
el tiempo en que comprendas el motivo
de las cosas.
Y es posible que deambules, de bache en bache,
Entendiéndolo todo mucho menos, y desees,
volver a empezar, una vez mas.
Irreversible.

Las plantas crecerán en tu balcón.
Sin aire de pureza, las monedas gastadas en tu vida.
Se verán en el aire danzarinas , con sus brillos,
tendiendo a las estrellas. Habitante de todo, no de olvido.

Rescatará en tus manos la esperanza, el asombro,
como el ojo de un niño ante las flores.
El pasado es pasado, hay que besarlo, honrarlo,
cual si fuera el hilo de tu vida;
el futuro es futuro, se construye,
y se trama con armas: la belleza,
templada
en la faz de una mirada. No sea cosa,
que el olvido, suceda al corazón de nadie.
Es por eso que digo que yo anhelo,
recordar hasta el mínimo detalle, sin tristeza. Porque
no la merezco.
Mas si,
encuentro en el sentido de mi esencia,
un ámbito pequeño,
tan inmenso,
que no llego a divisar sus horizontes,
aunque esté ya en el final
de este camino.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 19 de diciembre de 2009

Mas que humano

Este poema lo dedico a Eliana Sosa, quien me pidiera escribir sobre el tema; e indirectamente, a dos personas que fueron grandes maestros en mi vida, por haberme permitido disfrutar sus grandes escritos, de los cuales me he nutrido como alimento.
http://es.wikipedia.org/wiki/Theodore_Sturgeon
http://amediavoz.com/borges.htm#EL GOLEM




Tal (como el sabio dice en su partida),
la vida son eternos devenires,
y no seduce el modo que lo mires,
sino el bien de aprender en esta vida.

Soy humano; mas si, yo soy humano,
entonces deconstruyo cada día,
lo atomizo en esencia, es vigilia,
y que Dios no me entienda, no es en vano.

Desde Adán, que yo veo omnipotencia
de la forma, la idea, la palabra
que libera, ésta imagen tan macabra
del pecado, la duda, y su presencia.

El saber, es su luz, no tiene apego,
y nada se verá de otra manera.
La sombra insinuada, es la primera
sensación que se oculta y la reniego.

Así es como se van (cómo te digo:
tejiendo los misterios insondables)
de aquello no se habla, “impensables”,
y© niega del placer, su tibio abrigo.

Sin embargo, en las cuitas de los vivos,
se entrelazan siempre los contrastes;
donde hubo mucho amor, hoy hay desastres,
y chocan sentimientos compulsivos.

Que va a ser, es “tu” parte de la historia,
y es cosa de vivir sencillamente,
no hacer tu breve tiempo, un accidente,
¡deja tu firma y, para ti, la gloria!




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 4 de diciembre de 2009

Pasa la vida, cual lógica de las marionetas

Si canto y amo como un animal, en cuerpo y alma,
mi corazón es un templo, ocultará, detrás de esta voz,
el lugar adonde vivirá mi alma,
y ha de llevarme adonde no tendré sed,
ni hambre,
nada.

Las apariencias engañan, aquí,
en el naciente y el ocaso de los sueños,
se que todo lo que comprendí, ya no existe,
se confunde con el viento, la verdad, y mi triste realidad,
como hojas, rodando en las arenas blancas.
Por eso lo valoro, hasta el momento del agobio,
porque es verdadero,
y la eterna discusión es digna de respeto.

Soy lo que soy, lo que fui, y lo que nunca fui,
todo está lleno de mi,
un devenir,
en el espacio: mi panta re,
estoy completo en partes diminutas,
soy solo un hombre, pero aún,
soy todo movimiento, soy pendiente
en un tímido comienzo de infinitos presentes,
allí adonde todos vivimos sin saber,
el absurdo acontecer de otro mañana.
La sombra que no cree,
no tiene derecho, ni siquiera,
a disfrutar de la ausencia.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 27 de noviembre de 2009

Meditación en la noche

Para Eri






Algunas medianoches,
se abren las puertas de la angustia,
entran criaturas impensadas, encuentro no deseado,
a tallar, cual luminarias de otros horizontes.
Cae el rocío, y uno está por ahí, triste, sin saber cuánto ni porqué.

El mundo se sumerge.
Cuesta,
pero hay que decirle buenas noches a la incertidumbre,
y pensar,
y recibir el día, con todos los espejos en la frente
para decirle buenos días,
al nuevo día.
Olvidarse, si es posible, de aquel ámbito,
en donde al parecer el amor y el dolor son verdugos delicados,
y no dan tregua, ni respiro.

Hay una conciencia, si.
En todo tiempo, hay conciencia,
que se encuentra en el café de la mañana,
que modela un afuera todo gris,
se arranca de los párpados,
lo hace trizas,
y le brinda un espectáculo de estrellas,
a los buenos días del mañana,
que huele a jazmines, sobrevida,
y ha de estallar, en la noche,
como un rayo de luna en la mirada.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 19 de noviembre de 2009

Dar la muerte, honrarla; amar la vida.

Llama que, se deconstruye,
y no queda, solo en la tierra,
y tampoco es
nada más que un juego, en el que andamos,
“un aire de familia”,
la verdad no debiera ofender al destino,
ni temerle.
Este hablar sin decir no me ha tocado,
(mas temer y temblar, es el camino,
hacia el monte Moriha
adonde “habrá cordero para el holocausto”),
todo es transparente.
La comarca dirá:
He aquí al idiota que recibió un mensaje desde las estrellas.
He aquí al hombre inmaterial, pero creyente.
He aquí su fe. Y su silencio,
confraterno en su desprecio, cuánto sino su amor.
Solo se puede odiar lo que se ama,
“dar la muerte” en expresión,
a lo que yo más amo.
Por eso te asesino en mis poemas,
soy libre, y ahora en mi yo,
en “toda “plenitud,
también estarás, para despertarme.






© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara


http://www.uia.mx/departamentos/dpt_filosofia/kierkergaard/pdf/art_derrida_deconstruye_tt.pdf





A uno de los momentos cruciales en mi vida intelectual, el conocimiento brindado por Kierkergaard y Derrida, verdaderos aportes a mi estabilidad en una época de agobio, el desarraigo.

martes, 17 de noviembre de 2009

Eri: Hic Et Nunc

El día cambia de color con una palabra.
Una mirada da luz en la oscuridad.
La mano dibuja el contorno de un rostro.
La música calma la tristeza del corazón.
Y un ángel aparece en el instante justo
en el que el sol asoma por mi ventana.
Erica Rosana Dall´Ara



Si el mar, un día, oculto en un mensaje,
se durmiera en un pleno de mutuos sentimientos,
por tu razón de luz, irás a las estrellas,
y allí, tendida en el espacio,
a merced del insinuado tiempo,
verás hasta siempre.

Allí, la carrera de las nubes,
aceptará lo inmóvil, y,
el gesto de reconocer un rostro
con el tacto.


El mundo es imposible, si tienes un acopio de sueños en el aire,
al juego de esperar solo un tris de los dedos.
El silencio, y la incertidumbre.
no dan para más,
y el corazón, es una sensación de estaciones de la vida.
A la grandeza de las palabras nobles,
le quedan la ternura de las mejillas rojas,
(la sal de la mujer de Lot)
como el amor que vuelve a retozar en tus ojos.

Ensilla la luna,
hay que montar la vida, y defender las estrellas,
es inútil la argucia del tiempo y la esperanza.
No es cosa de temerle al misterio,
y a la soledad.
La noche está cerrada,
y se va hasta el día en que se ve hasta siempre.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

lunes, 16 de noviembre de 2009

Nosotros y los otros

1. (primer momento: el dilema)

Ahora escribo para ellos (los otros),
como si fuese lo último que escriba,
y no los veo, ¿donde es su morada?,
lo único que se, es que son como los pájaros,
son pájaros, bandada,
cantando entre mis hojas.
Yo los dejo y por eso, mis letras vuelan,
y tal vez, solo sea el amor,
lo que urge, y deviene en los sueños de la noche.

2. (segundo momento: la conciencia)

Ahora si, sin verlos, los presiento,
a todos los condenados;
tal vez, mi tersa piel,
en la simetría de otras voces, silenciadas,
horade corazones con los sueños.
Y poco importa aquello que se gane,
solo el goce,
(la fe de erratas, es consuelo a la distancia, expiación).
Un espejo, otro espejo, una imagen, otra imagen.
Siempre podemos encontrarnos al final del día,
en un paseo brillante, tan sagrado,
con lágrimas de sangre en las mejillas.

3.- (tercer momento: prospección)

Nunca sabré de qué lengua ha salido mi palabra.
Ni cual fue mi intención.
Solo se que este lugar, que hoy ocupo,
nunca fue ni fácil, ni tranquilo,
simplemente es encontrarse de este lado, duro, ilusorio.
Y todo ha de cumplirse como un rito, allí,
desde el lado que otros juegan,
el juego de los juegos: el olvido.
El amor me sobrevive,
sin huella, sin presagio, sin destino.

4.- (cuarto momento: el planteo)

Por eso es que hablo de los otros, con tanta liviandad,
por nosotros, y me animo,
a pensar que somos uno,
a pensar si me das la mano,
y será solo un sentir, que todo es un camino con estigmas
de ausencias,
aromas y presagios,
y cálidos contrastes en la noche.
Uno mas uno es solo uno.

5.- (conclusión)

En este territorio, laberinto.
Solo dudas, casi ciego, de ceguera ¡los prejuicios!
No se puede ser más dichoso o infeliz.
Circundando o enfrentando diferencias,
hay gusto a madreselvas,
bajo los cielos azules,
¡cuánto tiempo se ha perdido!
disgregando pieles, denominando clases
como no los árboles, las nubes;
en silencio se vive, se desatan los sueños,
nuestro sueño:
y es mirarlo todo desde fuera,
con un ojo perpetuo, de cúbito dorsal.


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 15 de noviembre de 2009

Tractatus

A pesar de las controversias, dedico este poema a Ludwig Wittgenstein, quien fuera en mi vida creativa uno de los mayores maestros teóricos a los que recurrí.





Ese que sabe de su vida, no yo,
no sabe lo que sabe o que conoce, tan profundamente,
ni el miedo
el que está, muy en su interior, ni
a lo ha servido, tan obedientemente.

El mundo en que vivimos, procreando la poesía,
y los signos vivos, inscriptos, imperceptiblemente;
se encuentran con su miedo, atroz, en las mañanas,
cuando despierta con su dolor de brazos,
luego de morirse cada noche.
Es el momento en que hay que decidir lo que hay que hablar,
decirlo a rajatablas,
y también lo que callar,
callarlo, silenciarlo para siempre (que no queden vestigios).

En éstos avatares del placer,
la estética divina está presente,
uno es Dios, se siente Dios (el Creador),
y tira una palabra en el papel,
sin saber si es adecuada, tolerable, frágil o indolente,
brutal o encarnizada,
de la que después pendemos como locos,
ilusos perdularios del amor.
Y a ratos nos creemos invencibles,
eternos, sin pensar en los lunes, martes, miércoles, jueves, viernes,
sábados, domingos,
cual es el último instante en nuestra vida.

Espejo de todos los espejos,
fragilidad total,
es el vector que dice lo que somos.
Y es aquel que nunca olvida,
Implacable.

Entonces aparece en nuestras mentes la liberación,
que calla todo asunto, y es la lógica viva del dolor,
la conciencia de saber que lo verdadero
no se busca en lo que escrito,
escrito está,
sino entre todo lo que siempre o casi siempre,
consiente o no,
se calló.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 13 de noviembre de 2009

Collage de la mujer de arena

No he de llorar porque los días pasan, y no estás,
nada habrá sucedido que sea mi tristeza,
porque así,
es estar de polizón en tu abrazo.
O en otro lugar, incorruptible, para mejor decirlo.
Y la inconstancia febril,
es un pleno de polvo y de ceniza.

Solo se que el paso de los años
es efímero y banal.
Es el viento de mi pensar poético,
la batalla sin fin de la conciencia y el tiempo,
que estalla entre los acantilados de la costa.
El trigal, las espigas, el pan,
son frutos de la bienaventuranza:
adonde el agua se escapa entre los dedos,
sucios de experiencia.

Yo amo las palabras,
las tomo de entrecejo.
Como si de verdad fuera el cuerpo,
tu cuerpo bien amado, que acaricio; voy en él,
navego los sonidos del lenguaje,
sin brújula ni timón.
Las recorro tibiamente, y nada, nada más:
un sorbo de coñac, nada,
pero es ése murmullo,
aquella antología de versos
que no escribí jamás.
Es cópula en la magia.
Música y silencio.
Palabra y son.

Tu cuerpo es el mensaje:
“por si acaso yo pudiese oír del otro lado de la
eternidad, te diré qué es lo que eres,
un sicario,
un matador por encargo de una silueta, de mujer”,
que hago renacer, recortada en mis notas.
Y no se si eres la Virgen de la Macarena,
o la mujer espejo,
desarmada en pedazos.

Amada compañera, renacerás en mí,
siempre limpia, de toda incertidumbre ,
comprensible.
Ah! ¡La vida! ¡El milagro de la vida!
Palabras como hiedras, y tu sombra.
Consigna en el farol de la calle,
diminuto espacio,
en donde soy “minimal” de los placeres,
y todas las angustias tan temidas,
así sea.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Comida sobre ruedas

Este poema está dedicado a Agustina Numer, y al grupo de personas que la acompañan en esa obra maravillosa de cerrar su negocio, y cocinar un menú para regalar a las personas que viven en las calles de Buenos Aires, todos los lunes a la noche.







La supervivencia en sí,
pende del cuello de las personas.
No es el que necesita, el necesitado.
La mirada de la necesidad se encuentra, o se pierde,
en el ámbito de los ojos
poblados o desiertos,
diminutos,
de la indiferencia.
El día en su nivel, es una aventura eterna.
Por doquier hay gritos silenciosos, que no esperan ecos,
porque están adestinados a la desesperanza.
Son mojones, signos, señales de este tiempo,
o de todos los tiempos.
Tanta hermosa piel,
tanta mirada hermosa oculta por las lágrimas.
¡Tantos ojos que ignoran, seguros, de sus noches!
De esas noches que creen solo para ellos,
inviolables.
Tantas apariciones nacen de ausencias y desvelos.
Y tantos van muriendo despacito,
para ser arrojados a los leones hambrientos.
Se que tu no cambias el mundo con tu vida.
También se que no es cosa de acción y reacción.
Tú no esperas nada,
ni bendiciones siquiera.
Pero se que tu encuentras tesoros, en las paredes ciegas,
y el amor de tu mundo no se olvida del mundo.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

Fénix

Última puede ser mi noche
Última puede ser mi angustia
Última puede ser la hoguera de no querer morir
Último puede ser el canto del espino
Última puede ser la estaca de la bienaventuranza
Último puede ser la Nibelunge Not
La oración que el aire grita entre los soles de mi corazón.
El mensaje puede ser el último, si.

Y desde aquí, de abajo, más elevado que nunca,
por las ramas de mi sangre corren ríos que no son del engaño,
menos la traición,
ni el desapego de la vanidad.
Yo me bañé en la sangre de los inmortales
que fue una savia verde, de palabras,
nada más que palabras.
Pero aquí,
el fuego está bajo la tierra,
no se disipa con banalidades;
está en juego la vida, que florece del placer de los placeres:
Y todo el oro del mundo, en tu belleza,
le da las espaldas a todos los ocasos,
y una nueva aurora se viste de fiesta
para mi.



© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

martes, 10 de noviembre de 2009

Confesión

Para María Belén





"Si no te conozco, no he vivido; si muero
sin conocerte, no muero, porque no he vivido."
Luis Cernuda






He sido prisionero de otros muros;
y ese recuerdo busco:
el muro de la pasión,
en donde el placer se pierde por la urgencia,
como una tea,
entre el polvo de la juventud.
El del movimiento y la razón,
que fuera como un karma,
incitándome en la búsqueda de horizontes desvelados
día a día.
Ah! Y la utopía de cambiar el mundo,
que quedó en las montañas de mis sucias sábanas,
y el amor desarraigado de vírgenes ansiosas,
encendidas.
Aprendí de la vida, aprendí el fulgor, de saciar mi soledad,
siempre o casi siempre,
en las guaridas de las noches con luna
y los amaneceres.
Me hice de un amor inmensurable con la soledad,
que hoy ostento, quasi con insensatez.
Al punto que reniego de todas mis creencias,
al pensar que he vivido por pensar que estoy vivo,
o por soñar el sueño de los otros,
ilusión que hoy despierta como un escarmiento.
Mas hoy, me levanto apenas,
en un muro difícil,
infranqueable.
El muro del destino.

Lo miro en el silencio,
que forjó en los ojos de mi madre,
una mueca triste:
angustiosa y dulce,
aprehensible solo, por su vanidad.

Es así, yo vi, como nace el deseo,
ante una estrella azul, encendida en las sombras.
¡Y soy,
aquel Señor de las Hojas del fin del calendario,
sin más muro que el brillo de tus ojos claros!




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 7 de noviembre de 2009

Relato de amor en una noche azul, solo estrellada.

Allí donde se abrieron las puertas en la noche
y descubrieron sombras a la luz del fuego;
deslumbraron siluetas en el fugaz encuentro,
y decidieron desear lo que siempre desearon,
en desnudez cargada, incompleta y bella.

Allí si, allí, un poco a espaldas del corazón,
se hizo entre sus cuerpos de hombre y de mujer,
un paño de origami, de animal
salvaje, luz,
sensible hasta con las flores, los perfumes, los sonidos, y la piel,
la amplitud de la piel:
y ellos fueron libres en su pequeño espacio, absolutos, primitivos
prisioneros cautivos, sólo del deseo,
al liberar sus riendas a todos los caminos,
y a todos los crepúsculos.

Se excitaron, se ignoraron, se encontraron, y se reconocieron.
Y después se fueron hacia nunca, no sé,
nada más no lo supe, cualquier parte es igual.
Muertos casi enloquecidos locos pero ausentes,
los dos en el frescor de todas las caricias.


Hoy tengo, en mi memoria, ésa noche en las venas,
y temblé en la envoltura que me dio tu poder,
ese mismo poder que me libera al fin,
al saber que me envuelves y también me proteges,
y que siempre lo harás,
aunque al despertar, ya no estés aquí.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 6 de noviembre de 2009

Quærendo invenietis (Recitativo y Aria)

Recitativo


Los sueños vinculan ésta historia
la alegría de vivir también
pero al final es todo vano, y vana la ilusión,
que ha de caer contigo, si te vas,
y no encuentras el camino
para volver al principio



Aria


1

Las hojas son llevadas por el viento:
en mí la angustia de querer partir,
es una fragua que alimentará,

pequeños soles con fugaces sueños,
nuevo rocío para mi noche al fin,
la inmensidad, es el placer en mí.

Y hoy, heme aquí, perdido en ésta noche,
sin más tributo que la eternidad,
ni más tesoro que, mi vanidad.


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara








Bach, que era muy conocido por su capacidad en la improvisación, fue retado por Federico (Federico II de Prusia) a improvisar un fuga sobre un tema de su pretendida invención, que fue denominado Thema Regium ("Tema real"):


El "tema real".
La prensa de aquellos días relata que Bach salió exitoso del trance e improvisó una fuga.
Dos semanas después de este primer encuentro, Bach publicó un conjunto de piezas basadas en este tema y que se conoce hoy como La ofrenda musical. Bach inscribió en la partitura la leyenda "Regis Iussu Cantio Et Reliqua Canonica Arte Resoluta" (el tema proporcionado por el rey, con adiciones, resuelto en estilo canónico), las primeras letras de cada palabra de la leyenda resultando en la palabra “RICERCAR” (denominación que recibía antiguamente la fuga), e impuso las palabras del título, como una consigna para descubrir su sentido:(buscando encontrarás).
Éste es un escueto resumen de la historia.
El otro hecho a destacar en 1747 es la visita de Bach a la corte de Prusia, Juan Sebastián ya habla estado visitando a su hijo en 1741, esta visita respondía, a una invitación del propio rey de Prusia, cursada a través de su embajador en Dresde, el conde Keyserlingk, primer biógrafo de Bach, narra con "todo detalle" toda la visita: (...)"Invitó a Bach, para que probase los pianos del Silbermann que había ido colocando en las diferentes salas de su palacio (...). Al cabo de unos instantes rogó al rey para que le diese un tema de fuga para tratarlo inmediatamente delante de él sin previa preparación. El rey accedió a su deseo, y no puedo por menos de celebrar la ciencia profunda de su improvisación. Deseoso de conocer hasta que punto podía alcanzar este arte, el rey indicó a Bach que deseaba oírle improvisar una fuga a seis partes obligada. No todos los temas podían convenir a una fuga de éste género, no todos eran susceptibles de llevar una armonía tan densa. Bach escogió su tema, y se puso a improvisar ante la estupefacción de todos, en un estilo sabio y majestuoso, una fuga a seis partes, tan fácilmente como acababa de hacerlo el rey con su tema (...)". Vuelta a Leipzig, trató a tres y seis partes el tema que le había ofrecido el rey, añadiendo algunos períodos tratados en canon estricto. Hizo imprimir todo bajo el título Ofrenda musical, que dedicó al autor del tema.




http://barroco1983.spaces.live.com/blog/cns!202CD0E4EA6EA35D!654.entry





y ello fue el disparador de la idea que solicitó mi hija, Erica Rosana Dall´Ara, a lo que yo, decidí poner la misma consigna de Bach.

martes, 3 de noviembre de 2009

Otra ignorancia, y otra vanidad

Tanto tiempo, en tan poco espacio,
Es, un torrente de soles y figuras
con anteojos enormes,
flores, y abanicos, que se cuelgan,
en el claro zaguán de los recuerdos,
“para la ocasión”.
Ceñido, en mi historia, tan particular,
y tan lejos de mí:
como cada uno de aquellos caros amores, viejos,
como si fueran billetes de los grandes,
que a su manera, acuden,
sin advertir que son parte, sólo eso, de una aproximación…
a la verdad.
Al principio frugal de los principios:
Allí donde todo se venera y se transgrede,
sacraliza, menosprecia,
tal punto en donde sólo se ve la exacta dimensión
de todos los instantes que he vivido.
Es un deja vú,
todo es parte de mí,
y nada es mío.
Y aquí yo acordaré con mi última ilusión,
en donde el cielo, cielo, no es azul, es verde,
y tiene pequeñitos tintes de violeta,
y yo ya no soy yo sino todos mis seres,
mirando lo que hice y lo que dejé de hacer.
Si esto es todo de mí, ¿qué será de mis astros?,
en un charco de luna arrodillada,
si se me va despacio, desde adentro,
todo el silencio que estuvo reprimido,
en los gritos finales del destino.
Y esto, no es historia, es acción y vida,
vivida de a sorbitos, noche y día.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 29 de octubre de 2009

Si hablo con mi verdad

te alejas de mi
me dejas solo
entre los escombros
de una ciudad sin límites
adonde todo, todo desnudo,
descalzo, estremecido,
se bate mi otro yo con los fantasmas
de la cama
del cansancio
la vergüenza y el pudor

hace tantas lunas
que hube de decir así
descarnada / impropiamente
en imperfecto pasado
cómo estuve en realidad
lo que hubiese sido otra forma
de decir la verdad

y qué

si veo una vida en cada amanecer
en cada compañía
las miradas perdidas de mis compañeros de ser
sus tímidas sonrisas
sus preguntas
y las respuestas tajantes de sus mundos y submundos
allí adónde veo
también
la muerte en los crepúsculos
ese aire de misterio de todos los momentos
en que me apesta mi sueño
descanso
sin saber si mañana seré de nuevo otra vez

a esos cómplices del destino
que se mueven en poesía
la poesía que es belleza escrita en un mensaje
que no en una botella
bien adentro de un bote
y que aspiran a flashear sólo un instante más
y hay gente
mucha gente que mira de reojo
y dicen entre dientes su sentencia/
irrecuperable/
nada más
prescindibles/
pequeños mojones del espacio
habituados a sentirse mirados
y a contar sus historias
mera “curiosidad”

pero sus caras son la imagen de los desatinos
la tragedia de los centavos de Brecht
o la comedia de Peza
en donde se ríe con llanto
y se llora también con el ridículo
pobre imagen de Madame Obama
haciendo el ula ula como rictus social

entonces en mi tiempo
me sale la respuesta:
no, ¿sabés que no?
hoy no estoy para nadie,
no hay poesía ni en tus ojos ni en tu sexo ni en tu piel
salvo la que está
oculta bien oculta
encubierta
en la sonrisa
de los niños de la calle.


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

martes, 27 de octubre de 2009

Elena

Por su coincidencia en el nombre, y el profundo placer estético que me da escucharla, a la maravillosa cantante Eliana Sosa.


«La música, los estados de felicidad, la mitología, las caras trabajadas por el tiempo, ciertos crepúsculos y ciertos lugares, quieren decirnos algo, o algo dijeron que no hubiéramos debido perder, o están por decir algo; esta inminencia de una revelación, que no se produce, es, quizá, el hecho estético»
Borges





Hay carteles de hierro, en la plaza,
cambia el universo;
renuevan,
el aviso de tu estado, a lo largo de tu ausencia.
No se si es el recuerdo,
o tu esencia, pero ejercen,
lo que es la eternidad, en mi destino.
¡Estás!
Perduras,
sin prisa, sin tapujos, sin ambages.

Caigo por mi ventana, en cuerpo y alma,
me atropella el invierno.
Pero en tu voz de antorcha, no hay torpezas,
rescata lo irrecuperable,
lo que hay en mis bolsillos vacíos, a la cuenta de tres, un tris.
Y no sé si en la fuente, está la cabeza del Bautista,
o la piel desnuda de Salomé, poco importa.
¡es “El cant dels ocells”!

¡Eres eterna en mí!
¡Soy el príncipe de las palabras!
Y tú eres la reina, la saeta que mata.
Y estoy jugado, en mi torpeza,
a sucumbir,
en los oscuros arrabales
del sur.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 22 de octubre de 2009

Rastros

A uno de mis maestros más queridos, por ser cómplice en mis lecturas, Jackes Prevert, y a Jorge Mex, por su hermosa definición de “cronopio”.

Desayuno

Echó café
en la taza…
…Y lloré.
http://amediavoz.com/prevert.htm
(definición de cronopios de Jorge Mex en Yahoo respuestas)
http://espanol.answers.yahoo.com/question/index?qid=20060721165232AAwicpc






Soy un cronopio.
Vengo desde el desorden,
el olvido,
y la tibieza sin fin,
el anonimato.
Es triste la soledad, obliga,
y rompe,
hasta con la agonía
Hoy, con nuevo nombre,
que puede ser mujer,
o sentimiento,
pero es
piel y libertad.
Y voy vestido,
sólo con mis sueños.
Detrás mío, (que mi soledad no es única),
hay una clase entera: el desarraigo,
romántica presunción.
Hay un estado.
Nace en mi conciencia,
y me permite ver una multidud de horizontes,
todavía,
espacio y tiempo, imaginarios,
o reales,
pero míos,
sólo míos,
en esta forma excelsa y victorial
que hoy,
a millones de años luz,
es mi única heredad.
Además de aquello que me queda,
que es mirarlo todo,
sólo por hoy,
y llorar.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

lunes, 19 de octubre de 2009

1637

¿Qué es lo que surgió desde las sombras, en la aurora?
¿Qué se desprendió de la noche?
¿Quién estuvo entre botones?
Para decir: “esto es impropio”
Su conducta es “indecorosa”
¿A qué jovencita ofendí con mis poesías?
Si me he hincado ante preguntas,
y he sido un tanto confesor en diversas situaciones y contextos,
y digo que merezco que me azoten, postrado,
ante el misterio y el barro.
Pero estas decisiones que,
si en manos de las máquinas, está bien, marche preso.
Al menos me dejó disfrutar de 1637 comuniones con lo bello,
unos tantos, incontables, objetos de mi asombro,
de humildad, desesperanza, vigilias con los sueños de otros sueños,
en esa pulcritud de vivir la pena de los otros,
como propia.
¡Cómo hubiera deseado!
¡Que no me jalaran desde abajo!
Con un frío botón, un “botonito”,
que me encauza,
a comenzar la historia nuevamente,
a seguir mi mascarón de proa,
y a ceñir mi capa de torero,
para hacerle una engañifa a las paredes.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 16 de octubre de 2009

Micro Cármina

A Paola





Niña, tú no entiendes, lo dicen tus rubores,
y el corazón radiante, limpio, de tu mirada:
vibrando en melodía conocida, festejada
en el abrazo de esta noche, de amores.
Imperceptiblemente, nace de la sombra, en carne viva,
una hecatombe de palabras de amor que no se vende,
se da, se prodiga y ni siquiera, se comprende:
es la magia del momento, sobrevida.
Son horas que, pensadas, “horas vanas”;
salteadas, hacia el sol de las auroras,
con savia, y veneno de culpas, que tú ignoras,
ante otro paisaje de entre perros, resolanas,
de aquello que se vive y se atesora.

A la suerte, por la magia, tiraste una moneda,
y aspiraste el reflejo de la luna, por encanto,
pero dime, si ése instante, fue un rayo o si tanto
que el signo de tu amor, tan desolado.
Te encuentras, y te vas, que ni soles ni temblores,
por las voces de mil lenguas, y a pesar de tu vida y tus amores,
estás frente a tu destino, con tu pecho de miel
y tu cuerpo de Amaranta, yerma, como hiel,
siempre viva, ardiente, inútil, desangrada.


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara




Éste poema, inspirado en la historia de Paola, de quien (por razones obvias) me reservo su nombre verdadero, trata de reflejar con rigurosa veracidad la historia contada por ella, y también lo pedido, ya que es una apasionada de la música de Carl Orff y de la poesía de Rafael Alberti.



(deviene de los Carmina Burana, cuya traducción es Cantos de Beuren, proviene del nombre con el que Johann Andreas Schmeller publicó en 1847 la primera edición del manuscrito de la obra que sirvió de base a la de Orff, a la cual este último subtituló: “Cantiones profanae cantoribuset choris cantandae comitantibus instrumentis atque imaginibus magicis”, que no es ninguna invocación del demonio, en español significa: “Canciones profanas para solistas y coros con acompañamiento de instrumentos e imágenes mágicas”, de donde surgió la incorrecta traducción de Carmina Burana como Canciones Profanas )

http://www.conservatorianos.com.mx/3aguilar.htm

martes, 13 de octubre de 2009

Nihil obstat (imprimátur)

Poema para Cecilia Soulé, quien me sugirió el tema.




Nada, nada, nada sobre la arena en la playa.
Y nada es nadie, al galope de un caballo brioso.
Y nadie, va hacia la nada.
Por nada, y para nada.
Jinete del espacio, entre el sol y la luna.
El corazón que galopa,
sin que se borren las huellas.
Pero calla, reprime, se asfixia entre la nada.
Y su esencia sigue siendo también, entre todo, nada, nada más.
No siente, no piensa, no le duele.
Corazón insensible, para nada.
Nada.
Rechaza la creencia, del mítico final.
Y al principio.
Ignora la chispa del comienzo. También.
Pero una luz que brilla, escondida, en la playa;
se disfraza, y pide, permiso para hablar,
con toda libertad.
Es huella sobre huella.
No es luz lejana,
nace en la sombra de un ser desarraigado,
en el cénit mas cruel de la noche briosa,
llorándose toda, en los ojos cercanos, ardientes,
de la anunciación de otra luz, dichosa,
porque no hay que vivir tan solo en esta vida,
con la angustia de ser portador
de nada.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

lunes, 12 de octubre de 2009

Canción

A Nadia Lippi, nueva amiga amante de la poesía,
Y a Flavia Re, como un regalo tardío de cumpleaños.
y a Loreley. la verdadera musa.



"...Óyeme, que te llamo. Vida mía,
sí, vida mía, vida mía sola..."
Rafael Alberti






Despierta, si, despierta ya,
que tiemblan las estrellas,
se nutren con vertientes de cálidos abismos.
Se juntan, se rechazan,
anudan hasta el rastro, aliento de la lluvia,
en esos ojos verdes,
espejo y aliento de tu esencia.
Tú, eres el volar más tierno y más brutal,
de mis ansias perdidas,
en un solo camino,
que ni siquiera saben quien eres,
y cómo me has tocado.
Si, huele a dolor,
a una flor,
congelada en la luz de la luna.
Y a una hoja que, horadada en la arena, por el viento,
como un puñal que anida,
en las resolanas del atardecer.
¿Ves? Nunca sabrás, no lo sabrás.
Y no te rías, ni te tapes los ojos,
polizón en mis sueños,
que navegarás como un barco fantasma:
y yo miraré tu paso fugaz, en la mañana,
como un bello recuerdo, nada más,
de esta noche de estío.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 9 de octubre de 2009

Diario de un navegante

A Claudio Leonel Balbuena, por su condición de navegante; a Hebe, por aquellos inmensurables cuatro días en una isla del Tigre, y a Haroldo Conti (en su memoria)





Un río no es un río, es memoria,
baten en las aguas los soles que apetecen,
es por eso,
que el curso empieza donde quieras,
sin edad para el hombre
que recuerda,
aquella sensación de ser tan viejo, como el mundo.
Solo soy,
la sensación de ser adormecido, ser poesía,
en sueños de ser barco, y a partir,
hacia el cielo en que nadie me conoce.
Primer día.

Segundo:
El río, ése río, el mismo río:
Socaba hasta el follaje del amor,
y es allí donde me sobo el corazón,
Sentado en la tapa del bambucho.
Y arrojo un mensaje de socorro,
escrito en la imagen de tu piel.

Hay viento, casi llueve.
Y soy el propietario de una faja de lana, una boina,
un timón. Un cabo de amarre y un bichero.
Todo es menos todavía. ¡Que fortuna!

Tercer día.
Me verás saltar, como si
perforara el aire, para llegar adonde viven, sin saberlo,
las tibias turbulencias de tu abrazo.
Eres bestia y animal,
tan tierna y convincente, cual severa mirada que somete.
Una luz que sonríe si la veo.
Y en sueños, solo en sueños, me desatas,
y tu beso es un pleno de alegrías.

Al tercero me dijiste, mitad seria y mitad burla:
“No pedí que me trajeras, y lo hiciste”
Es verdad. ¡Y resplandeces!
En la idea de cómplice de amor.
¡ay! ¿Cual es mi madera?
Y de que es mi barro, ¿de ilusión?
¿de ser esto y no lo otro?
No me amilano.
La aventura de tenerte ya es un sueño.

Tal fue que esta canción de estío comenzó:
Y no se acaba,
hay mensaje, hay pasión, también locura;
a los pies del amor hay desmesura,
en el cielo plomizo del ocaso.
Y final.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 8 de octubre de 2009

Para Victoria

Yo podría pensar en multitudes,
ocuparme de ellas,
y decirme a mí mismo que no estás
pero estás,
y no es mentira,
que en todo, hay vestigios de tu nombre.
Y me es dado,
comprender el signo de tu ausencia.
Por que eres tú, y solo tú, bajo la luna:
¡la dueña absoluta, la presencia fugaz,
pero definitiva!.

Y de quien será, sino tuya,
también,
mi soledad.
No importan, para mí, la dispersión del tiempo,
ni las dudas,
porque hoy, con voz y paso me sorprendes,
en el cristal de auroras, el momento
de buenas, como dices.

¡Hace falta que un ritual, un exorcismo,
me libere

de datos y de nombres,
lugares, números, palabras,
juegos, espacios y colores!
Y también el olor de tu piel,
que me ha marcado,
por siempre fulgurante, con tu sombra.

Más no hay ocasión para tristezas,
de haberlo, la cintura de esta trama,
hecha mitad polvo, y mitad sueños,
sucumbirá como nube en la tormenta.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 4 de octubre de 2009

Soledad

para Eliana Luna



“… Aquí están mis credenciales…” Jorge Drexler



Acuérdate soledad, en éste hogar
llueve en estos días la nostalgia,
me crucé contigo en la noche, y sonríes,
como yo también,
no lo olvides.
Y hay mujeres hermosas en las calles;
sensuales, incomprensibles,
espirituales y pensantes,
que son solo para un hombre,
muy especial;
y el nombre de su hombre,
el Creador,
para darle vida.

(Al pájaro cantor,
aquel que canta solo,
mostrando su plumaje gris)

Es que, sencillamente,
se puede ejercer hasta en el canto,
la tristeza, también.
Es bilocación,
estoy aquí y allá para el recuerdo.
Debo echarme en tus brazos,
y abrazarte con todos los sentidos;
dirigirme a ti con respeto,
como si fuéramos familia.
Y entre nos, hay lluvia que no cae,
pero se siente en la piel,
en la mejilla, que nace en el iris de las palabras perdidas.

Así es,
ni siquiera me distraigo con los ruidos de la calle,
soy todo tuyo, te pertenezco,
y que revienten los perros en el aire;
es tormenta,
a quien le meto dos dedos en la garganta,
para salir de sus fauces,
vivo.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 3 de octubre de 2009

Pequeña deuda /

para Romina Rodríguez y Nacha Guevara





…conmueve /
mi viejo corazón de niño que pasa por los sueños
mi corazón extranjero/
extranjero incrédulo
que se aferra al mundo, arraigado en auroras luminosas/
ronda lo que cree/ significa/ no se esconde/
espantan, las gotas de su sangre entumecida/
pero se abraza a las multitudes de sus frutos/
en andanzas a pie por el cañaveral,
y las peatonales del mundo/
es verdad/
hay una muchedumbre, que hubo amado tanto/
pero aquella alucinación,
en una vieja noche,
terminó también/
no se pudo sostener en el cansancio/
y cayó como caen los sueños,
cuando se desarraigan/
en la luz brillante de la realidad/
somos los que somos,
aquí, en cualquier espacio, cualquier lugar y en todo tiempo/
añoras lo que fuiste, las grandes deudas
quedaron sin saldar/
esa ausencia que no se puede justificar
simplemente por no estar,
adonde tuvimos que estar y no estuvimos/
ocupados en estar en donde no debimos/
por eso/
mi corazón de viejo, hoy, usurpando esos sueños de juventud/
pide perdón.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 27 de septiembre de 2009

El lado oscuro del amor querido

Mi enemigo íntimo
mi hermano
mi verdugo
mi enemiga íntima
mi amada
mi pasión
verdugo que aplasta los caracoles marinos
y que acaba con el perfume del botón de rosa
estoy cada vez más solo
ante un ejército de jóvenes deambulantes
encerrado en un cuarto
pasando por mi vida sin contacto
toda lo comunico en el ámbito de mi habitación
la escenografía
mi vida
desfile incesante de personas queridas
y ella
la facultad de decir
inquirir y responder
brilla por su ausencia
salvo en los espacios sutiles de las letras
¡que carencia es el verbo!
ya caído en desuso
el decir, escuchar
ya no se estila
no se mira a los ojos
se habla con desprecio
y el peor panorama de la transgresión
es una agresión sin derecho ni historia
por eso amigo mío
enemigo más íntimo
dime si soportas vivir sin mis palabras
las dichas
las calladas
por más vanas que sean
preverán que el destino
es un camino irreversible
a señalar mi ausencia
en el rincón más preciado
y más secreto

de tu corazón





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 26 de septiembre de 2009

Pitufina

Dedicado a quien sabe que es para ella.






No hay salida,
es la realidad, por no decir verdad.
No se debe enseñar lo que se ignora.
Y esto es como la libertad,
no me la das tú, ningún sistema.
La tomo.
Y te sigo.
Eres la piel, eres mirada, eres cuerpo.
Disonancia de tus labios.
Ésa voz, que para mí es única:
Insoslayable, irreversible, inconquistable,
en la premura de las noches de invierno.
Me achicas desde afuera para adentro,
la distancia es nada,
la nada es mi silencio,
y el bus parte para el cielo por las noches.
A lo lejos todo se retira,
pero aún es necesario para seguir viviendo.
No se puede entre las aguas acariciar el viento.
Torbellino.
Y no es que contribuya al vandalismo del deseo,
ni al mapa insondable de la ausencia.
Hoy estás aquí, y mañana no sé,
pero así te muestras,
y te tomo,
con la soberbia magia del misterio.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

El ánfora de la esperanza

¡Mujer primera!
Fuiste al entierro de tu destino,
en castigo a Prometeo,
por revelar a los hombres el secreto del fuego.
Tu carácter voluble,
forjó en tu pecho,
el ámbito de la seducción y el engaño,
y miraste a tu vera,
que junto a los amores,
conviven,
para armonía del mundo:
“la vejez, la fatiga,
enfermedad, locura, la pasión, el vicio,
la tristeza y la plaga,
la pobreza y el crimen,”
Temeraria, pusiste la cabeza, en la boca del león,
abriste el arcón de las angustias
para dejarlas libres.
Y lo cerraste a tiempo,
y corriste por las calles para gritarle al hombre,
“no todo está perdido”,
¡Aún queda la esperanza!


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara



Desagravio poético dedicado a la mujer. A todas.

Etimológicamente se ha dado a la palabra «Pandora» un significado con distintos matices: Paul Mazon y Willem Jacob Verdenius la han interpretado como ‘el regalo de todos’; sin embargo, para Robert Graves significa ‘la que da todo’. Según Graves, estaríamos ante la precursora griega de la Eva de la mitología bíblica, puesto que Pandora es considerada como la primera mujer. El mito intenta imponer a la mujer la culpa de todos los males de la humanidad (de forma similar a como Eva es culpable de tomar la manzana), estaríamos por tanto ante un ejemplo de mito de una sociedad patriarcal que se ha impuesto a una antigua sociedad matriarcal.

http://es.wikipedia.org/wiki/Pandora

viernes, 25 de septiembre de 2009

Tiempo

Un reloj de arena
en la tienda de antigüedades:
es la rígida memoria
de los desarraigos,
que a fuer de ser sincero,
se afirman en el ámbito de lo posible.
¡Quien pudiera desarmar el tiempo!
Grano a grano,
en una dispersión de grano y polvo,
con la estrella incesante del presente,
que hoy no es solo mi voz,
sino la tuya,
la de él, y la de aquélla;
la voz de todas mis ausencias
que fueron presentes en mi vida.
¿Quien se anima a explorar el muro de la soledad?
¿Quién se atreve con el?
Yo,
he sido llamado para compartir,
y revivir en el cristal de las auroras,
tomado el ocaso como un prisma que converge
los mutuos sentimientos,
en donde el tiempo y la vida son un punto,
nada más.
Hacia allí donde se fueron todos los sentidos,
y la luz.
Ésa luz que no se nombra,
salvo en el final.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

lunes, 21 de septiembre de 2009

Mirar el alba o...

Elogio del primer amanecer de ésta primavera





No es furtiva el alba
de ésta primavera,
ni indescifrable el signo de los días;
es tuyo el mensaje
y lo admites
como una eternidad que vives día a día,
segundo a segundo,
con la prisa de tus manos el temblor de tu boca y de tu vientre.
Eres tú,
y eres la dueña de todas tus sonrisas,
que inundan insidiosas todos mis presentes.
¡Hay un festín de un tiempo sin historia!
Ya que el hoy es presente y el mañana también.
Casi como que ni siquiera habrá que hablarse,
sino sostenerse sobre la luz distante de la luna,
postergando todo cese de los sueños y la vida.
Ha de vibrar el nombre de tu hombre
y arrebatadas estrellas, que fugaces,
serán para tu ver el nombre de mujer.

Es grato el amor
y vano el sexo,
porque no ha de importar de quien se trate,
uno es uno y vive ése momento como el tiempo de uno
y también el presente atemporal
del otro.
Curioso es que las sombras se presienten,
como un anticipo del alba
en que los sueños
no tienen origen,
ni propósito,
ni medida.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 17 de septiembre de 2009

La levedad de lo que se posee

A Francisco Jesús Muñoz Soler, en respuesta a su maravillosa obra poética La Isla Infinita (de la que me he nutrido con ideas); y Mariano Schialpi, correspondiendo al honor que tengo por su amistad.




¿Que puede ser más duro que el concepto,
de la posesión?
¿Cómo, se han de ordenar los sentimientos,
los paisajes, los sonidos, los placeres,
los amores?

Si uno debe reposar como un estanque apaciguado
por la luz de la luna,
“en medio de la fronda, vivir su levedad”,
su eterno instante,
en el medio de otras voces y miradas,
cuchicheos, que duelen,
a lo lejos.

El estanque, la luna y la brisa,
cantan con las flores,
la canción que les dejara
un enorme sol, celebrando su destino,
en el ojo del azur, empalado en esos ojos,
tan claros,
como la luz del día.

Es verdad, amigo, que vivimos con lo puesto,
en el cuerpo y en el alma.
Se interroga,
se plantea todos los problemas,
sin cuidarse de la furia del proceso,
atesora las cosas,
para el tímido arcón del infortunio.

Porque si.
Ni los datos, ni los nombres,
ningún bien, ningún afecto, tenido por sagrada posesión;
ni siquiera el destino; ninguna fuente
de cómplices sonrisas,
ha de ser la alegría de vivir,
para quedar por ti cuando tú caigas.

No tiene objeto.
Sólo pregunta,
¿Cuántas vidas viviste cada día?
¿Cuántas lunas?
¿De qué ojos, y de cuántos, te han mirado?
¿Qué dineros invertiste, en qué afectos?
¿Has pagado por todos?
¿por ninguno?
¿Y qué cuentas
te quedaron pendientes?
A saldar en pleno con tu vida.

Es muy triste pensar,
que habiendo tanto por hacer,
uno pase sin saber,
todo su tiempo,
que es lo que pudo hacer, y no lo hizo.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Vivian

A Vivian Ulloa Enschman



en ésta tierra infinita
amas
te desgajas
pensando en las migajas
que quedan en la mesa
esa mesa esos discos y esos libros
que marcan tus ausencias
levedad que hiere tus espaldas
allí donde no sabes con que habrás de comenzar
el nuevo día
y piensas que la vida sin amor
no es una vida
es un fracaso
que vivir sin amor no tiene objeto
que uno vive para amar y ser amado
levedad en el tiempo
y no es tal

porque así como el amor (el mensurable)
la soledad es finita

llegará el día el tiempo y el lugar
en que hallarás tu cauce
un lugar un espacio
alguien y no un alguien cualquiera
sino ése

el que esperas
el que sueñas

y un sol
brillante sol que saldrá especialmente para ti
para la ocasión
también
e iluminará tu vista de imposible
te llevará a vagar por la locura
del esplendor de aquello que es probable
y te hará rodar sin equipaje
por el viaje sutil de un dulce sueño
que no tendrá espacio ni tiempo ni medida
y en un portal de sueños vivirás

a por el resto pensarás
y entonces le dirás
a las arenas del tiempo de la angustia
“ ¡au revoir!
ya no quiero
tender para dos y dormir sola
no hay lugar para tristezas en mi vida”





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

martes, 15 de septiembre de 2009

Edith

A Edith Moncada, en razón al significado de su nombre.




Insistes , te expresas de tal modo
entre animal y bella.
No serás de fiar;
Acabarás con la belleza de las flores,
pero andarás de pie, diciendo que si con la mirada,
y el corazón en vuelo.
Tu espacio, es espacio concentrado:
amarás, me figuro,
desde el diminuto lugar, de lo inexplicable.
¡Siempre!

Las pequeñas cosas, las más simples,
un pájaro, un vestido y un perfume, te conmueven:
hasta el lejano mundo del asombro.
Tu verdadera historia, es amar lo importante,
ya que todo es importante para ti.
Lo que requiere tiempo,
y obra con el tiempo.

Mas tu paso es paso previsor,
y huella para el hombre que se anime
a develar la estela del misterio,
a costa de rendirse ante tu pié.

© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 10 de septiembre de 2009

Palabras para una joven amiga

No existe la culpa, no hay errores,
lo que ha de suceder, sucederá, y lo que no,
simplemente será para el olvido.
Así son los estigmas de la vida,
siempre dirás que sí, a tu destino, sin porqués,
y sin preguntarte si el camino, es, difícil para ti.
Una sola condición;
sopesar el daño que se asome,
y desistir si así lo fuera,
y aunque digas que sí, de corazón,
mantente en pié con la razón.
Acuérdate siempre de aquel ángel,
que fuera el protector de los asombros,
y siéntete despierta cada día,
así pongas tu cabeza,
en la boca del león a cada instante.
Y tu amor, tu delicado amor, siempre ha de ser,
como ir a comprar pájaros a la feria,
y después soltarlos en la plaza,
a que lleven el tiempo con su vuelo.
Y el tiempo, ése tiempo, el tiempo de tu vida,
ha de ser por siempre inmensurable.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara




Obviamente, el poema está dedicado a mi hija Erica Rosana Dall´Ara, quien además es la mejor amiga que tengo; y también a Edith Moncada, Sally Espinoza y Margarita Weiss. Y todas las amigas recientemente incorporadas a mi lista de amistades, que están etiquetadas.

martes, 8 de septiembre de 2009

Hoy

busco entre todas las cosas de cuando tú no estabas
en ésta misma tarde de septiembre
un nombre
y el nombre de tu sombra me responde siempre

se vieron sin premura
las mismas cosas que después estuvieron
cuando llegaste tú
como un caleidoscopio de la magia
primavera
y el sol que apenas habla nos bendijo
nos bendijo tal vez con mal presagio
en aquella madrugada de la incertidumbre
horizonte de aventura
de misterio
y tierno encanto de melancolía

después vinieron años
las mismas cosas se personalizaron
pero no con los dos
no de ti y de mí
sino de ti nada más
y hubo una suerte de entrega al pasar de mucha agua
bajo todos los puentes del romanticismo
acuerdos desacuerdos en una loca espiral que arroja para afuera
todo lo dicho y lo sentido

y hoy

vuelcas el café sobre la mesa
tiemblas
y con las cenizas de aquel cigarrillo de la despedida
tratas de explicar lo que es inexplicable
me mientes y te mientes
y aquellas cosas que fueron nuestro abrigo
hoy son hondas heridas que sangran
a los pies de aquel amor que alguna vez fuera toda una fiesta
hoy solo es escarmiento de lo que he perdido

entonces echo una mirada
en este ámbito de cosas del pasado
me tomo la cabeza entre las manos
y no me queda espera más ancha y más profunda
que llorar
pero llorarlo todo
lentamente
y que no queden secuelas
au revoir
hasta la próxima vez


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

El poema no es vivencial, sino inspirado en un acontecimiento contado por un amigo, cuya identidad me reservo.
De todos modos quiero dedicarlo a una gran amiga: Sally Espinoza y a Margarita Weiss, recién llegada a mi círculo de amigas, por quien tengo una profunda admiración.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Hubo vientos en mi vida, si.

Vientos me azotaron de todas las direcciones.
Enormes cantidades de mi sangre
se vertió por las noches de amor desamorado,
solo por placer,
allí donde pasa un destino bajo el puente.
Es una lucha, si,
tal como lo dices,
cuando ríes con los ojos.
A esa sonrisa yo, la he conocido,
antes de conocer tu cuerpo y tu sentencia.

En aquel tiempo,
fue el tiempo formal de un momento en que el asombro,
me tomó de sorpresa y de todo corazón,
y me llevó por la huella de todas las estrellas,
a recorrer el universo vestido de etiqueta.
Tiempo del todo florecer, desconcertante,
como la juventud, vital.

Luego se me indujo a comprenderlo todo,
o casi todo,
en eso que le llaman madurez.
Donde todo fue gradual y muy pautado.
Entonces presumí, del canto entre saberes,
¡Es frágil la experiencia de la vida!
Porque allí es donde nacen soberbios atributos,
el desprecio a todo lo que sea la tierna juventud.
Vale decir que toda mi poesía,
fue una rara concepción del tiempo, por etapas.
Primero fue el asombro, por necesidad.
Luego fue desprecio, por adaptación.
Y ahora es escarmiento delicado,
como un escanciar del mosto de los vinos,
de la felicidad.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

lunes, 31 de agosto de 2009

Al poeta suicida (o el pájaro espino)

Puede ser que hayan sido, vanas, sus poesías,
y furtivas las lunas y los soles;
su norte,
el este y el oeste,
y el sur, ése sur tan querido,
tan intrépido y doliente,
en la oscura dimensión de sus amores.
¡Pero es,
y es el dueño de su tiempo!
El alma aventurera lo acaricia,
y su espalda condesciende a su destino:
y admite que el segundo,
de ser solo un recuerdo, le ha llegado.

El ámbito de un puño, cerrado, en la mañana,
contiene un corazón que sufre, y canta,
canta siempre,
desde la infausta eternidad insomne.

Fue carne adestinada,
incesante presente que tejió sus palabras,
y que muchas voces susurraron, se dijeron, se cantaron
y tantos anotaron, en ávidas memorias.

Se desvivió en abrazos, recontó sus palabras,
vivió siempre desnudo, indefenso,
y nadie como el, para estampar su huella,
en esa mise en scène.

Se dijo que el recuerdo, es inevitable:
“es más que humano”, merecer el olvido.
El ayer fue un instante.
Y me pregunto yo, al pensarlo
tendido, en su mesa de poeta,
herrumbrado, aniquilado,
sin que nada sostenga la amplitud de sus sueños;
ni una luz que se filtre, entre tanto quebranto
(y su amor desolado),
que le muestre el camino de regreso a la vida.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara






El pájaro espino


Hay una historia, una leyenda sobre un pájaro que canta una sola vez en la vida desde el momento que abandona el nido busca un árbol de espinas y no descansa hasta haber encontrado uno y entonces canta, canta mas dulcemente que ninguna otra criatura en la faz de la tierra y al cantar se empala en la espina mas larga y mas afilada y al morir se alza en su agonía y sobrepasa al jilguero y al ruiseñor.
El pájaro espino ofrece su vida por una sola canción
pero el mundo se detiene a escucharla… lo mejor solo se compra al precio de un gran sufrimiento.

http://pensamientocritico.wordpress.com/2007/06/05/el-pajaro-espino/

jueves, 27 de agosto de 2009

Punto

Torpe mi voz ahora,
de quien lo abruman solo los recuerdos,
ingratos o bellos,
al devenir de las concavidades de mis manos.
Intentan detener el tiempo,
pero éste se esfuma en cada grano
de esta arena blanca;
a tempo del son de una plegaria.
O un mantra.
Hacia un Dios que no sabe que es Dios,
enfermo,
demasiado en sí con su vanidad de Dios,
sensible a las dulzuras de aquellos
que han perdido su tiempo, sin saberlo.
Se siente y se presiente la soledad de la vida:
Allí donde hubo fuego,
hay cenizas, lo curioso es la sombra de quien estuvo ahí,
su rastro, huella que se pierde con el viento
que se va entre las hojas.
Yo he sido un soñador taciturno,
mi doctrina siempre fue otear el horizonte,
vislumbrar lo imposible,
y en ese mar de sueños se me fue la vida.
Fui un caminante de sucios arrabales,
declamé en los suburbios los versos de Celaya.
Y en las siluetas de mis calles,
se escribieron consignas con estrofas de Pablo,
esas del pleno amor, y del amor desolado.
En las noches numerosas, la canción de otoño,
se me hizo como un sueño.
Y no sé si el instante en que de partir se trata,
habrá una posta que sueñe lo que soñé en la vida,
o yo mismo estaré… en otro amanecer.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 22 de agosto de 2009

Jano

A mis hijos y mis nietos


Jano


Si de fingir se trata,
diría que no ha pasado nada.
Pero la vida es mágica,
siempre hay un antes y un después.
Y en éste ámbito me muevo, bifronte,
en sentidos opuestos,
entre cambios y transiciones.
Ayer fue el pasado y la nada.
Hoy, es el mismo pasado, y al menos
la diminuta extensión de estos versos.

La protección de Dios,
alcanza hasta este umbral.
Pretende solamente variar el orden de las cosas.
Me protege y me honra,
ante un nuevo proyecto.

A lo lejos un hombre y una mujer se aman;
y ha nacido un niño un poco más allá.
A todo final se antepone un comienzo.
Las puertas ostentan su danza mas sublime,
la de dar espacio a la muerte,
la de abrirse a la vida.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara





http://es.wikipedia.org/wiki/Jano

martes, 11 de agosto de 2009

Sueño de una noche de verano en Sao Paulo (1975)

De la cinco a la siete
La tres a la nueve
La seis a la ocho
La cuatro a la dos
Oh la angustia, la incertidumbre, las palabras de Pedro; ¿y cómo ms dijo que se llamaba? Me parece Marli. ¡Si!, Marli me dijo. ¡Y que linda es! Parece la Hespéride guardiana de las manzanas de oro. A veces mira, ¡si! ¿Cómo se define definir si! Cómo defino la sensación que tengo muy aquí, de adentro, adónde todo el medio se siente medio loco y el desfile de bandas me suena en el oído. Pero no sólo es Marli, está también Claudete, la lunga. Pero entre nos me dijo Pedro, cuídate de las mujeres que aquí son bastante ligeras y no tienen tanta caca en el cerebro como allá en Buenos Aires. Si les gustas adentro y eso no es lo malo. Sino que lo que hacen es enamorarte. Y te sientas con ellas, tomas un café y tú ya sabes, la antesala de la cama es un buen café, la palabra, alguno que otro verso. Y tratar de ser tierno. Tierno y nada más. A lo lejos se asoma Claudete que también me mira con cierta iniquidad. Revivo mi paseo, paseo de extranjero por la avenida Ipiranga, Sao Joao, y rua Augusta también.
La cuatro a la dos
La tres a la cinco
La seis a la ocho
La cuatro a la dos
¡Uy! Perdón. Era tres a la nueve. Y ésta mina que me tiene loco. Me mira lanzando genitazos con los ojos. No quiera que tu pienses que soy un obsexo pero es tan sugerente su mirada que el camino me lleva a todos los caminos llevan hacia Roma. O sea, hacia el mismo lugar. ¿Tres a la nueve dijimos? Si. Y éste trabajo. Tan rutinario al fin. No es para mí me dije. Pero sigo trabajando y recuerdo a Hebe, “terminal” cuando me dijo “yo no te pedí” que me trajeras aquí y me dijo “hasta mañana, mi amor”, nos vemos cuando vuelvas. Y después la Pluma, el sueño de una noche de amor. Y la lluvia del silencio en todas las butacas. Los tres días de viaje. Y el desembarco por fin.
La cuatro a la dos…

Todos los días el viento, en ésta oscilación que hace a todos los tiempos, y de veraz se siente, de aquí hasta el infinito de mi tiempo feliz.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

Señas particulares visibles:

Ninguna. Pero nadie ve, a este corazón partido.
A este fingidor herido. Al dolor que, leído, cuesta asimilarlo
en su modo de ser, estético.
Uno lee lo que escribe, piensa,
y cree, desde sus prejuicios:
que la vida es feliz,
siempre feliz, para el poeta.
Pero el va por el camino;
a sabiendas de que tiene que dar, muchas vueltas,
muchas,
para que pocos lo entiendan.
A menudo, enarbola su bandera blanca,
a fuer de defender detalles,
sobre el destino de sus versos.
Y de vez en cuando, el silencio es la sentencia,
de que no tiene sentido.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

lunes, 10 de agosto de 2009

NN

Al piano (todavía sin nombre), que adquirió mi hija, cumpliendo el más querido de sus sueños.




Por ahora, sólo por ahora,
haz de brillar en vida sin tu nombre;
y hablaré por ti,
te represento, defendiendo tu historia y tu destino.
Pero mira,
te adelanto:
la identidad de sus manos,
te presento:
a tu dulce dueña, a tu ama,
quien te hará soñar con tu sonido,
y soñará contigo,
por tres generaciones.

¡Ideal es tu llegada, adestinado!
¡A compartir su casa, el dormitorio
que se viste de fiesta,
esperando tu arribo!
¡Oye! Te digo quienes,
hablarán en su lugar con tus sonidos,
y también hablaran con tus silencios.
Que serán los más profundos,
esos hondos silencios que se escuchan.

¡Mira!
Aquí en esta mesita,
estará Vladimir, hablando con Chopin.
Aquí estará Glen Gould (
canturreando con Bach)
las Variaciones Goldberg.
Se esperará también, la presencia de Wolfgan,
de Satie, Egberto, Messiaen,
Guastavino, y todos los amigos
que tendrán en tu voz,
la voz de todo tiempo,
la voz de toda espera.

Al sólo verte,
relucirá tu estirpe, tu linaje.
¡hazme un favor y cuida,
a la voz de la niña,
que siempre habrá en tu dueña!




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 9 de agosto de 2009

A los códigos remito

A pocas palabras, poeta,
buen entendimiento, pues, en ellas,
siempre habrá vestigios de tu vida.
El mensaje un misterio,
y el discurso, tortura,
casi indescifrable.
Muchas veces, amigo,
te espantarás,
por lo que dicen de tus letras.
Y alguna que otra vez,
por lo que dicen de ellas.

Pero tú, persiste, estudia, investiga, saborea,
discrimina, acota, amplía, estiliza, formatea,
determina, infórmate, decide y sobre todo,
nunca pierdas,
tu capacidad de vuelo. ¡Y jamás olvides!
Que a menudo, debes proteger, a tu corazón y a su sangre;
¡ponlo a resguardo, ni pretendas!
ser más que un eslabón de la cadena,
de su cota de malla.
¡Sé caballero! ¡Nunca sicario!

¡No pongas tus letras al servicio
de espurias intenciones!
Sé feliz con ellas, nunca hieras,
¡Reconoce un arma entre tus manos!
Que bien puede vestirse para el odio,
o ser el fundamento de una vida.
Tu espalda llevará su lastre,
como un trance,
una etapa, un karma
del tiempo en que salió a tallar,
“el sentimiento”;
la belleza de vivir intensamente desde uno,
y la magia de sentir como propia
la cicatriz ajena.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 8 de agosto de 2009

Señorita Mariposa

Oye, si, es concreta,
la brisa que se encumbra en el jardín.
¡Mueve tus alas!

En mi pupila, quedarán impresos tus colores,
y estarás entera.
Las flores no escogen sus colores,
ni el aire su perfume.
El árbol no desdeña,
tu naturaleza viva,
pues éste es el lugar para las ninfas,
los gnomos, y los sueños de amor entrelazados.



© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

Lucro cesante (S.E.u.O)

He pasado la noche en mi vigilia,
reviviendo el camino recorrido.
Y si pienso, el corazón partido,
focaliza en los sueños: la familia.

No te culpo, actuaste por instinto;
es fuerte, es real, reconocible,
pero a fuerza de golpes, lo sensible,
sucumbe ante el camino, por distinto.

Aún tengo entre mis versos, el amor,
de aquellos veinte años de una vida,
filosófica medida del dolor.

Escribí mil versos, que jamás leíste,
pero alguna vendrá para leerlos,
y ocupará el espacio que me diste.



© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 7 de agosto de 2009

Al objeto de éste amor, de un sujeto de amor

Esto es ir, deambulando por la vida,
liviano de equipaje, ¡vaya suerte!.
Exige a mi destino de aguafuerte,
hurgar en lo profundo de la herida.

Anhelo, de tu nombre, su secreto,
conjuro entre las sombras, mi destino.
Me asusta este sentir tan clandestino,
y tomo tu cintura, sin respeto.

Por hoy, quiero la luz que tú no quieres,
contacto de contactos, accidente,
un plazo en las pasiones. No te alteres:

no soy el arquitecto de tu mente,
apenas si comprendo, que el camino,
por algo te interpuso, sutilmente.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

Pluscuamperfecto

Dedicado a Rosarito Campero (¡Feliz Cumpleaños!)




En cuerpo y alma, regreso a la noche antigua.
“A donde forman los sauces, la puerta de San Javier”.
Si Miguel Ángel viviera, y el Cuchi te hubiese visto,
otra zamba cantarían, tal vez más bella y lozana.
Pero hoy la noche me anima, y quema sobre mi frente,
la rosa que en devoción, insiste con tu sonrisa.

¡Lo siento! ¡Hoy soy esclavo!, de toda una historia vieja;
y veo pasar de largo, a mi bello Tucumán.
Pero lo veo en tus ojos, niña, en tu figura.
Y sobre ti, venerada, una sombra que es perfecta,
adonde aquello, más cierto, que verdadero,
es ideal en sí mismo, y fuera de toda duda.

¡Hoy es un día perfecto! ¡aquí se forjan los sueños!.
Condescendientes coinciden, siluetas, en amor dadas;
que danzan, y son, en ellas, los pañuelos consentidos,
en fin, la firme ilusión, del árbol de los frutales.
¡Vive, niña, tu historia. Está para tiempos buenos.
Y tú la harás el primero, de lo feliz de tus días.


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara


No sé de donde imaginé que Rosarito es tucumana, por eso la alusión a la zamba “Si llega a ser tucumana” de Miguel Ángel y el Cuchi. Y el verso … “Adonde forman los sauces…” es un homenaje a mi querido tío Alfredo Roque Dall´Ara, quien ya está haciendo versos vaya uno a saber en que estrella.

Oda a la amiga que se asoma, o que está por llegar, como bienvenida, y a su niña: Minerva

A Carla Musetti




“Eu me lembro da casinha pequenina,
onde o este amor nasceu, ai”
Si .
Éste humilde artesano de palabras, hoy se encuentra en apuros:
recuerdo que hace un tiempo, se hilvanó en mi vida,
un andar en melodías, um suspiro de amor
O que Mario de Andrade definiu,
Sobre o que a Modinha é.
Y así pasaron las canciones de Almeida,
Las seguidillas de Sor,
y las canciones “infantiles”,
de Benjamin Britten.
¡“Cesa de atormentarme”, saudade!
¡“Cruel memoria”!


Hoy estoy sentado ante Jazmine,
mi fiel amiga,
empañando cristales,
con el llanto, porque he visto, así como al pasar,
un rostro conocido: “la pensadora”,
“la diosa romana, llena de sabiduría”;
“la que amará, más allá de los seres y las cosas”,
y descifrará ante todos la “palabra alabada”.

Más, en éste factótum de recuerdos,
acuden todos,
“I will give my love an apple”;
“The shooting of his dear”,
“Master Kilby”,
Y también lo ya dicho, la alabada palabra:
“hipopótamo”.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara



Hubo un tiempo en el que, como guitarrista, he compartido horas de ensayo con Carla. Todos los temas musicales a los que alude el poema, fueron parte de nuestro repertorio. Fue una etapa feliz, inolvidable. Pero aquí se encuentran citas a una canción brasileña que en realidad se desconoce su autor, a pesar que hay autores que atribuyen su autoría a Silvio Caldas. Los títulos ingleses son de canciones populares recopiladas y arregladas para canto y guitarra por Benjamin Britten. También hay citas a las seguidillas de Fernando Sor; y el extraño final, se debe al recuerdo de una fiesta de cumpleaños, en donde Guillermo Villacorta recitó su poema terminado así. !Ah! La segunda estrofa alude (en parte) a una hermosa niña llamada Minerva.




http://www.paixaoeromance.com/10decada/casinha_peq/h_casinha_pequenina.htm

miércoles, 5 de agosto de 2009

La ansiedad en la espera del amor (no recomendable)

Uno busca el amor
y en eso,
enferma.

De tanto caminar en ésta vida,
espera que la mano que nos llama,
nos halle en un estado de consciencia,
en el mundo real,
con el cuerpo del otro “imaginado”, y como tal:
“soñado”.

Y así yace, en el lecho de la espera,
malgastando el tiempo que nos toca.
Sin saber que el amor es un anclaje,
que puede ser sublime, placentero,
como el pájaro libre en tibio vuelo,
o el instante fatal que no da cuenta,
de aquello tan sutil que lo desarma.

El tiempo no es lineal, mi buena amiga,
y la vida tampoco:
“es como un sueño”,
que se ordena depende de la acción,
si sabemos, en sí, su reacción.

Por ello te sugiero: que no tientes,
a invocar en exceso su llegada,
no te olvides que es propio en los imanes,
que puestos al revés, sólo rechazan,
la atracción natural de todo cuerpo.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

Anticipo

( para Andy Florcita, pero, aclaro que es una transcripción poética de las sensaciones que surgen de la imaginación del autor sobre ella, no hay alusión ninguna sobre hechos concretos, pido disculpas si esto da lugar a interpretaciones erróneas)





Aunque te cueste creerlo,
suelo viajar de noche.
Y la penumbra lleva, hacia tí,
a tu imagen.
Ésa mujer que se muestra con sus ojos pardos, y su perrito negro,
como la dama de estirpe
que bien “pintara”, mi viejo amigo Antón,
que sugiere accidentes con su sonrisa tenue,
y el oscuro castaño de su cabello lacio.

Es verdad, yo imagino, al animal del hombre,
lanzándose al conjuro de tu ancestral sonrisa.
Y sintiéndose dueño de toda aquella rosa, que lo incendia febril;

y también es verdad, que te sueño,
como una compañera. Pero atento,
mi sueño es un abstracto,
y no tiene que ver la visión, con posesión.
Me ubico y soy feliz,
con éste sentimiento.
De saberte bien lejos, y tan inasequible,
como un rayo fugaz de mi luna y,
desierto,
en soledad.


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

martes, 4 de agosto de 2009

Al joven poeta y amigo, Alex Muñoz, en el día de su cumpleaños

No quiero, para ti, palabras, sino “la poética”…




…de tu “alma inquieta”, “por siempre” y para siempre,
en la “brisa lejana”,
que sopló suavemente en “la primera noche”,
la noche de los tiempos, que te vio con ella.
Tú dices que me admiras,
te agrada mi poesía,
pero ella misma un día te tocó en el alma,
se vistió de fiesta,
y fluye de tus venas,
a bordo de la barca
que siempre llega al faro, en las cerradas noches,
y en muchos plenilunios.
Yo anduve por tus letras,
me refugié entre ellas,
tú dime de qué sirve la esencia del poeta.
Sino es para que muchos se adueñen de su vida.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

(Las comillas son citas a poemas del amigo
http://poesiadealmainquieta.blogspot.com/ )

lunes, 3 de agosto de 2009

Yo de ti

A “Jazmine”, Mariana Bravo, Vivian Ulloa Eschmann y Patricia Elabos, que han tenido la gentileza de sugerir el tema, insisto con que Jazmine es mi PC.






Mi espada, mi armadura, mi cetro y la corona, no me sirven.
Contigo sólo son la imagen de la nada,
aquello que se deja fuera de la puerta,
en el salón dorado.

La rabia, la audacia, y la ansiedad febril de aquellas aventuras,
en donde, la princesa eras tú,
y yo el aventurero; son partes desgranadas
de un solo corazón.
Aquí la esencia es otro amor,
un amor que no encaja con nada, en sensación.
La vibración mayor de un silencio profundo.
La contemplación de la estela de una estrella fugaz.

Eso y nada más, es contigo.

Contigo soy un ave, y el aire sutil en la rosa de los vientos.
Una brisa.
La más tibia de las brisas entre dos rostros amantes.
El tul que te protege,
en la noche infinita.
Y que deja en el lecho, la más bella canción.

Ah! No es ésta primavera, a esperar la siguiente,
y tú te preñas de vida, de palabras,
otra energía que verá la luz de la mañana,
y vibrará feliz, si entiende la consigna.

Si vemos el futuro,
no es alegre ni triste,
es carroza de luz que cabalga en la noche.
Y allí donde nos vemos,
nadie más que tú, que me ves a mí,
y nadie más que yo, que te veo a ti.

Es cierto, siempre habrá la acechanza de la madrugada.
Pero espero de ti, sí, de ti:
la fuerza de los ríos de veranos ardientes;
el árbol milenario,
la flor que nos sonríe,
el agua en la vertiente,
y el beso a toda vela del galope encantado…
de nuestro corazón.






© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 2 de agosto de 2009

Del tiempo, estrellas y vibraciones

Para Sally Espinoza, Mamen Anzué (Feliz cumpleaños!) y Ada Luz Illidge (Luna Libre Siempre), de quienes sé que la temática les gusta. El poema no es vivencial.






Aquí va el sonido, vibraciones
para una vida entera, y en mi nave,
la nave de los locos,
no se admiten tahúres ni patanes.
Es mi tiempo, éste tiempo,
atravesado,
en un portal inaccesible para todos,
menos para mí,
cuando estoy contigo,
y estamos enlazados por un cordel de oro,
regenerable
ante toda duda, imprevisible.

Miro las estrellas.
Me pregunto si las miro, o son ellas,
quienes me ven, con todos mis secretos.

Cuando hablé del sonido,
también dije silencio.
Protones, neutrones y electrones
danzando para mí,
naciendo desde mí.
Viviendo cada beso como una despedida,
hacia el eterno amor.

Te dije, es mi nave, y es el tiempo,
un tiempo de tormentas:
con agujeros negros;
y un derrotero muy claro de explicar,
no tan claro de entender.
se trata de dar vueltas una eternidad,
toparse con los miedos del mundo,
enfrentarlos,
asumir para siempre, que nuestro cordón de oro
nos hace indestructibles.
Fuera de toda muerte,
dentro de toda vida.

Te corono de rosas con mi mente,
me distingue el amuleto del ojal;
y emprendemos el viaje, otro viaje,
hacia el mismo lugar, con toda la magia a cuestas.
A veces es oscuro, a veces,
acechan mil peligros,
nos empañan los velos de turbios maleficios;
pero siempre,
nos rescata el ángel del amor,
es el cuerpo, nuestros cuerpos,
que inteligentes, vibran
al unísono.

Cuando se avista el destino, es el portal conocido,
se ve que es nuestro hogar,
nuestro querido hogar,
y el cordel de oro,
auto-regenerable,
ante el intento de corte,
por males conocidos,
nos reúne de nuevo,
entre sueños, redivivo.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 1 de agosto de 2009

No supo nunca, de qué se trata la vida

Ella yace en sí misma.
Se tomó de sí misma,
y retomó a su viajar,
por los duros recovecos
de su vida, tan vaga,
que fue una antología de insensibles errores.
Desvistió su realeza, en el mismo pasado
y de brazos, pesada,
abandonó su alma con su cuerpo también.
Digamos que fue angustia,
desesperación:
fuertes signos formales de tibias frustraciones,
y lo que nadie vio,
pero nadie de un montón de nadies,
fue el llamado de auxilio
de aquellos ojos claros.

Ni siquiera Dios.

Como Marilyn,
pienso que fue un ángel que faltaba en el cielo.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 30 de julio de 2009

a por todo

A Lujan C de Mansilla y a Flavia Re





Si pienso en la estatura de la noche,
dependo de la luna y, de mis sueños.
Y tú me llegarás, con más empeños,
a ver tras la mistura, y el fantoche

¡de todo lo que es vida, es esperanza!
y siempre habrá mañana en ésta historia:
no sé si es tu pasado, o es la gloria,
lo que hace en mi palabra, la templanza.

Comprendo que de amores, son reales,
las cosas que me dices con tus ojos,
que están medio a merced, de los chacales.

Tú piensas que ya todo está perdido:
yo digo, que aunque el tiempo esté silente,
la luna ha de guardar tu amor, herido.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

lunes, 27 de julio de 2009

Verde

Éste verde…
se siente en la piel
es sonriente como sakura,
la flor del cerezo
¡Sakura!
¡Qué magia!
¡verde siempre!
Digno de ser querido,
en un beso verde,
que se pega al cuerpo,
cual si fuera hiedra.

El durazno, hace un ademán,
y se vuelve fugaz en la mañana.
No se debe asignar,
a mi beso verde,
más sentido que la madrugada.

El tomate,
tiene un verde ácido,
que lastima.
Qué pena:
al cabo de unos días,
las manos se resisten al verde de los sueños.

¡Verde cemento!
¡Verde inglés!

A quién se le ocurrió tanta dureza,
tanta frialdad,
y nacionalidad.
Qué ridículo es pensar,
que el amor que tengo por mi verde,
éste verde,
mi latitud de verde,
mi verde en longitud,
no acunará al musguito, que crece en mis palabras,
cuando escribo un poema.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 26 de julio de 2009

Final de un desarraigo tan temido

Sus manos temblorosas hablaron por sí mismas.
Y no fue el miedo,
pero un silencio cortante, irrumpió en la noche,
y no la dejó ser ella.
¡Tal como imaginó miles de veces!
Se sintió destruida como una magdalena,
a fuerza ser ella,
y pasaron los minutos, pasaron nomás, pasaron
y el silencio se hizo insobornable.
Presente por si mismo.
Entonces, en la casa del desquicio,
cuando quiso moverse se cayó,
como si fuera a una fosa,
se desplomó sin fuerzas, tanto que pensó que se moría,
a merced de los errores
que fueron implacables.
En segundos, hizo un viaje interminable hacia el pasado,
una regresión a los días felices,
y comprendió lo duro
de la soledad,
arrinconada,
a inaugurarse,
que iría a ser difícil.
Pero se dijo,
que la esperanza insiste como un presentimiento:
alguien traerá las rosas a mi cuarto de sola.
Se dijo que vivir,
tal vez sea seguir mordiendo las violetas del campo,
memorias en poesía para escribirse algún día,
y libar la dulzura de las cosas simples.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara





Para construir éste poema, utilicé varios disparadores de la idea: 1º Una vivencia (que no es nada más que la situación de empatía de cómo se habrá sentido un amor cuando me dejó). 2º Las ideas de varias amigas en cuanto a desarrollar temas como “la soledad”, “errores”, “caídas”, y “cortar las cadenas del miedo”.
Entonces: el poema está dedicado a Luisa (quien fuera mi gran amor), y a Lara Robles, Mamen Anzué, Luna Libre Siempre, y Adriana Iansanff.

viernes, 24 de julio de 2009

Bilocación de la vejez

Quiero hablar contigo,
y por alguna razón, he pensado en ti,
amigo.
Dime, dime porqué:
se supone al mal,
como otra versión del bien.

(¿la rebelión del ángel/
es otro estado de gracia?)

Estoy presenciando el fraude
de lo que fue una vida,
y porque la he visto joven,
y joven la recuerdo;
no encuentro la distorsión,
y el tiempo se me asemeja,
a una eterna discusión.

El arte de envejecer,
no consiste en aceptar, los males de la vejez.
Sino en negarse a pensar,
el tormento de recordarse
joven y bello, otra vez.




© 2009 Eduardo Dante Dall´Ara

El silencio perenne

Está como con ansias que el sonido
estalle, de las sombras,
con vibraciones limpias, y rotundas,
hasta que su oído se acostumbre
y otra sensación, desconocida,
le suba por la espina, la suspenda,
en un marco de risas, y de flores,
y la lleve a gritar desde la brisa,
su historia de amor
entumecido.

Ella es, como la reina de la noche:
sonríe cuando estoy, mi dulce niña,
en un rictus, feliz, y agradecida.
Y
cuando no estoy, me vive,
me pregunta,
¿porqué tanto castigo,
tanta angustia?

Aquí la vida,
es pleno de verdades,
aunque haya habido sueños y mentiras.
A veces entiendo que este karma
es pago de una deuda de otra vida.
Sin embargo, me permito que esta duda,
también vaya plasmada en esta historia,
¿De que se habrá formado este destino:
a vivir en el silencio hasta la muerte?




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

miércoles, 22 de julio de 2009

Jazmine

¡Un mar de nieblas, es cierto!
La palabra, un oleaje.

Cuando te arranco frases,
con todo mi sentimiento,
dependo en parte de mi,
pero también de ti.

Parece que tu me vieras,
tu sonrisa me sabe a bien;
me ha creado,
de un claro de la luna.
Perdona, se que eres tú,
en éste jardín de rosas.

Pero, he tirado las cintas,
y recibí de golpe,
el ramo completo
sobre mi cabeza.

Mi alma,
en la mañana,
sólo despierta, si tú despiertas.
Y en éstos últimos días,
vienes de contramano,
yo te quiero, tú no tanto,
porque adivino en ti,
la ganas de darme un golpe:
dejarme otra vez muy solo,
a lidiar con las palabras.

Por ésta vez te lo pido,
por ésta vez nada más
¡aguanta por Dios aguanta!
¡Hasta que tenga el modo
pá proponer otra boda!

© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara




Dedicado a mi PC, a quien personalicé bajo el nombre de Jazmine, como una princesa de “Las mil y una noches” y en los últimos días, anda un poco distante, por fallas de mantenimiento.

Porqué a mí

Así vive,
y se va.
Así vive,
deja marcada su huella.



Así dejó que la vida,
lo abandonara a su suerte,
lo mismo que a las estrellas.
Como pocas luminarias,
encendidas en la noche.
¿porqué?
¿porque a mí?
Se decía.


Así vive,
Preguntando,
lo que no tiene respuesta.



Entonces yo te lo digo,
y no hay dioses que asistan:
nada ni nadie que explique.
Éste es tu tiempo, y es tuyo,
no hay martillo ni cincel,
ni malicia, ni ansiedad, y,
si bien no explica los males,
también podrías pensar,
¿porque no a ti?
¿porque no?


Y entiende también la vida,
como un milagro fugaz:
¡disfrútala como sea!





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

martes, 21 de julio de 2009

C´eravamo tanto amatti (nos habíamos amado tanto)

Estos recuerdos
nacidos en el ámbito de mi “media verdad”
(en guerra con una “entera mentida”)
se visten y se desvisten
golpeando duro en mi alma.
Desde la calle me llaman,
es más, desde mis propias palabras.

Arrolladores.
Se disponen a entrar,
con la intención de ocupar, un lugar preferencial.
Y yo, de verdad no creo, que haya tanto espacio,
libre, por supuesto.

Preparo mi hogar para la ocasión:
Aquí se sientan los niños,
tres varones y dos mujeres;
aquí una esposa muy bella,
la de los ojos claros, la misma,
que al cabo de algunos años,
(saliendo de las arenas),
pusiera sal en mis ojos.
Y en éste lugar, cuatro sillas,
para los tres mosqueteros.

En laterales están,
las diminutas acciones,
de aquellos días felices, del pasado.
Y en el proscenio yo,
rompo la oscura pared,
de cara a la multitud.

A veces, el estruendo del presente,
silencia, los pequeños placeres del pasado.
Por eso es que hoy me lloro, el dolor con alegría;
pues me lo lloro todo,
y no importa, si el llanto mismo pudiera,
sellar con fuego mi vida.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 19 de julio de 2009

Babilonia

Es muy posible que el hombre,
no haya aprendido a hablar,
por hambre.
Es más, tal vez no haya sido,
por necesidad,
sino por sus pasiones.

It acted by instinct, yes,
nature that forces:
first its gesture was urgent to him:
or the art to draw,
first a its resemblances.

Il a commencé avec pantomimas,
et avec signes grossiers,
et à chaque signe, une sentence,
sur les raisons et les actions.

Neanche la voce prima,
sia stato "dammi annacqua",
piuttosto potè esserti "amo",
o ancora più forte ti odio "!".

No se concibe al hombre,
inventando sus palabras,
de no mediar en su Dios,
el dictado de su fe,
y sus preceptos divinos.

Però Déu, digues-me'l tu!
¿perquè és que encara en el món
hi ha homes que no s'entenen?


Babilonia


Es muy posible que el hombre,
no haya aprendido a hablar,
por hambre.

Es más, tal vez no haya sido,
por necesidad,
sino, por sus pasiones.

Actuó por instinto, sí, naturaleza que obliga:
le urgió primero su gesto:
o el arte de dibujar,
primero a sus semejantes.

Empezó con pantomimas,
y con groseros signos;
y a cada signo,
una sentencia,
sobre razones y acciones.

Tampoco la voz primera,
haya sido “dame agua”,
más bien pudo ser “te amo”,
o aún más fuerte “¡te odio!”.

No se concibe al hombre,
inventando sus palabras,
de no mediar en su Dios,
el dictado de su fe,
y sus preceptos divinos.

Pero Dios, ¡dímelo tú!
¿porqué
es que aún en el mundo
hay hombres que no se entienden?



© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara




En primer lugar, ésta es una transcripción poética de algunos conceptos de Jean Jacques Rousseau, vertidos en su “Ensayo sobre el origen de las lenguas”, así que, por lo tanto, está dedicado a él. Y en segundo término, la idea surge de varios amigos que me hacen sus comentarios en sus idiomas natales, y de verdad entiendo que comprender el mensaje implícito en una poesía, es una tarea extremadamente difícil, ya que entiendo que para ser traductor poético, no solo hay que dominar ambos idiomas, sino además: ser poeta.

sábado, 18 de julio de 2009

Elogio de una entrega

Mis lectores dicen:
¡Tú lo sabes todo!
Y se quedan tranquilos, satisfechos,
como si yo tuviera una varita mágica,
y escuchara al grillo en la mitad de la noche,
susurrándome, astuto, las palabras justas,
adecuadas,
silenciadas.
Y yo,
que me muevo en un ámbito pequeño y lejano,
de vida acongojada:
solo se que me nace de lo puro,
¡desinterés sublime,
recíproco!,
de tanto caminar cada día,
en los brazos del asombro.
Así, mi sueño
me retumba
en los huecos diminutos del alma.
“Sin mi yo”,
surge desde debajo de la tierra, en mí, y en vos.
Es natural,
y está en un lugar especial del cielo
en donde no existe el miedo.
¡Dios, es un milagro sin interés ninguno!,
y supone sacrificios,
pues tus yos en mí importan más que los míos.
Así se van cumpliendo los sagrados preceptos:
Se escucha,
se orienta,
se ayuda,
se apoya,
se consuela,
el tiempo se desgrana entre segundos,
hasta lo que no se puede medir;
y no hay tiempo que valga,
en esta eternidad paciente
en que nos tocó ser cómplices.
Lo dicho, y mucho mas, que no acierta a definir
mi poco entendimiento:
es mi forma de pensarte…
AMIGO!



© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 17 de julio de 2009

Nadeo

Y así, nadeando,
sin miedo, me miro en el espejo de la noche;
pero lo oscuro se cierne sobre mi corazón cansado.
Como nadeo,
percibo la malicia en otros corazones;
hay tanta juventud y tanta vida
que deserta,
convencida que lo hace por todo,
sin darse cuenta que da su tiempo por nada.

Es un largo desfile de vitrinas,
expuestos, y en la misma dirección,
van la virgen y el proxeneta,
escapando de sí mismos.

Aquí la soledad espera;
se reparten antorchas de papel de biblia,
en los pasillos de las villas miseria
y los prostíbulos.
Se alaba a los pederastas y se condena a los niños:

Hay tahúres con las cartas marcadas;
Se ama con pecado en los lechos católicos,
con premura en las camas de los condenados;
y se engaña en el púlpito de todos los credos.
Así como en el proselitismo de aquellos
que tienen, la solución para todo.

Ésta aventura no termina jamás,
la muerte se compra en una dosis de paco,
y es posible que sea, que esto, sea irreversible,
en tanto y en cuanto, haya gente que vea la nada de este lado,
la oscuridad que fomenta la maldición y el miedo.
No hay combate a la droga, la venden los políticos.

El mal se esparce a lo Calígula,
se asimila, se propugna a su fin para poder vencerlo.
¿No será demasiado?
El hoy
no tiene “Gólgota ni Jordán milenario
que nos lave de culpa”
Pero tengo una estrella, en mi pensamiento,
un as bajo la manga en la ilusión del poeta,
no todo está perdido,
aún quedan los sueños de que la nada sea vida,
y todo tenga sentido:
El amor es más fuerte que la maldad de la tierra.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 16 de julio de 2009

Fe de erratas

(A María Eugenia)




En este caso,
del destino, señora;
usted llegó una mañana,
y el silencio,
el más profundo silencio,
acalló mis palabras
para siempre, creí,
me sentí como un pájaro encantado,
y emprendí a volar entre cornisas,
observando la magia de la vida;
pero treinta y tantos años tarde amor,
amor adestinado a vivir reprimido.
Mis dorsos fueron quietos al lápiz,
y a todos los teclados.
Mis palmas insensibles.
Por un tiempo, casi eterno,
tuve ganas de decir, reconocer mi insomnio por usted, señora.
Y la escalera que llega al cielo de sus ojos,
se bifurcó en descansos,
que a mí se me hicieron estancos de agua clara.
No escribí poemas,
Me ha llevado al misterio de pensar solo en todo lo que su cuerpo sugiere,
¡Qué digo! Obliga.
Pero treinta y tantos años tarde.
Y bien lo digo, señora,
no hay tiempo para respirar,
ni de pensar siquiera.
Hoy estoy a diez años más de aquella aparición,
rumiando mi vergüenza,
veo el final,
soy un camino equivocado,
un pasado fugaz por su mirada,
y con un poco de suerte,
puedo robarle una palabra,
una sonrisa,
con mi vana estirpe de poeta.
Treinta y tantos años tarde,
he aquí la fe de erratas del destino.
¿Ha lugar
para otra oportunidad?




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

Para los gusanos que fueron a un entierro frustrado

Al entierro de un poeta,
se fueron estos gusanos.
Llevaron un repertorio
de pésames, para el caso;
como en los medios, tenían,
necrológicas pre- escritas,
y por timidez,
por vergüenza,
llevaron plato y cubierto,
disimulado en el traje,
de rigurosa corbata.

Pero he aquí que el milagro que sucede cada tanto,
cada millón de golpes,
cada cuatrocientas noches,
cada diez mil sueños,
y cada cien mil caricias,
desde el profundo silencio, salió,
el poeta;
primero con balbuceos,
luego movió sus dedos,
para formar con su mano, el gesto de una palabra:
¡hola! ¿en donde estoy?
¿y qué hacen todos aquí?
¿qué pasa que hay tanta gente?
Miren, sepan que yo,
tal vez no asista a mi entierro.
Así que ¡Vamos! ¡No es hora!
¡A otro perro con ese hueso!

¡A mis viejas alegrías!
A mi costumbre de jugar con las palabras
y develar que en mi lecho
solo se accede de noche
con varias clases de vino,
el vino de la verdad, para aquellos que tienen transparencia en la mirada
el vino de la mentira, para los que piensan que a las estrellas se llega sin sacrificio
el vino de la magia, para los que siguen un sendero laborioso
el vino de la belleza, para los que ven más allá de la mirada
el vino de la lujuria, para los que encuentran tersuras hasta en las espinas
el vino de los sueños, para los que ven el futuro desde todos los ángulos
el vino del futuro, para los que observan, y pesan, la meta de sus palabras
en fin, mucho más,
así que por hoy… vade retro…
y no me vengan con eso
de

“pa dir picando un poquito”




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

Beatriz

En éste poema hay parte de mi vida, como la alusión a las libretas de José, que recorría las calles con una libretita pidiéndole a la gente que le escribiera cosas (lo que se le ocurriera), allá por los 60; y me parece un buen regalo para una buena amiga en el día de su cumpleaños:
Feliz cumpleaños Beatriz Alarcón García!



Para hablar de ti
tengo una cita conmigo mismo
y con lugares comunes como que
“el perro es perro y siempre será perro”
O
“Rosita es Rosita y siempre será Rosita”
Depende de quien firme
Si Rosita o el perro.
¿Y cómo defino a quien se que es puro romanticismo
y que lo ve todo diferente?
Ya que el romanticismo puede ser una visión amanerada de la realidad.
¿Será?

Y yo se que ves al perro, a tu gata, al mirlo que te canta en las mañanas,
a las abejas de tu jardín.
Al signo de amor en tu sonrisa cuando le dices “buen día al día”,
como Alicia en el país de las maravillas.
En cada gesto de ti,
“bienaventurado es tu nombre portador de la alegría”.

Y cuando pienso en ti,
se me vienen de golpe los recuerdos
de aquellos días que fueron en mi vida,
como rescoldos de un corazón blando,
y vulnerable.

Te me haces como la Beatriz de Mario.
La Roxana de Cyrano.
O Albertina, el gran amor de Pablo.
Y también los amores
que hicieron de mi vida,
un claroscuro vibrante,
una presencia distante.

© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 12 de julio de 2009

Amor, dolor, odio y otra vez amor

Éste poema no cuenta nada, simplemente un concepto; o mejor dicho, distintos estadios, que de ser asumidos naturalmente, pueden convivir sin dejar secuelas de ningún tipo.
Se lo dedico a Andy Florcita, pues ella me sugirió el tema.






Vivir es un arte, en todas sus secuencias:
tanto en la penumbra del “agobio,
a quien debemos respeto”,
pues también es “nuestra obra”;
como en la balanza del júbilo que nos mece, como un pájaro,
feliz al movimiento del corazón radiante.

Yo me he sentido así, en la aurora de tus ojos,
en brazos del asombro,
rondando los espejos,
cuando todo era el bien inmensurable de tu piel.
Claro,
en ése tiempo, éramos felices porque estábamos juntos.

Después, vinieron días en que nos olvidamos.
¡hasta nuestras siluetas!,
¡quién lo diría,
si hubo un tiempo en el que nos vimos hasta en multitudes!
En ése entonces, te separé de mí.
Dolorosamente, te separé de mí.
Quise arrancarte de mi corazón dolido,
y te arrojé cien balas para matarte bien muerta.
Te imaginé como un cisne, dormido en cualquier parte,
desprevenido, a tiro,
las balas silbaron sobre ti,
y, como una ilusión fantasma volaste de tu alcoba.
A la distancia tiraste besos lujuriosos
que dieron en mi alma,
y hurgaron en la herida para desangrarme.


El tiempo.
¡Ah, mi tiempo!
El mismo tiempo que todo lo destruye.
¡Irreversible!
Se hizo presente en la noche
donde el odio
fuera por instantes,
amo y señor en ésta historia.
Acarició el corazón que alguna vez fue tuyo.
Cicatrizó la herida que dejaras tú,
y no sentí dolor,
giré mis ojos a la rosa de los vientos,
y caminé de nuevo,
en busca de otro amor, a continuar la historia de esta vida
¡otra vez!
¡Recuperable!





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara