lunes, 31 de agosto de 2009

Al poeta suicida (o el pájaro espino)

Puede ser que hayan sido, vanas, sus poesías,
y furtivas las lunas y los soles;
su norte,
el este y el oeste,
y el sur, ése sur tan querido,
tan intrépido y doliente,
en la oscura dimensión de sus amores.
¡Pero es,
y es el dueño de su tiempo!
El alma aventurera lo acaricia,
y su espalda condesciende a su destino:
y admite que el segundo,
de ser solo un recuerdo, le ha llegado.

El ámbito de un puño, cerrado, en la mañana,
contiene un corazón que sufre, y canta,
canta siempre,
desde la infausta eternidad insomne.

Fue carne adestinada,
incesante presente que tejió sus palabras,
y que muchas voces susurraron, se dijeron, se cantaron
y tantos anotaron, en ávidas memorias.

Se desvivió en abrazos, recontó sus palabras,
vivió siempre desnudo, indefenso,
y nadie como el, para estampar su huella,
en esa mise en scène.

Se dijo que el recuerdo, es inevitable:
“es más que humano”, merecer el olvido.
El ayer fue un instante.
Y me pregunto yo, al pensarlo
tendido, en su mesa de poeta,
herrumbrado, aniquilado,
sin que nada sostenga la amplitud de sus sueños;
ni una luz que se filtre, entre tanto quebranto
(y su amor desolado),
que le muestre el camino de regreso a la vida.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara






El pájaro espino


Hay una historia, una leyenda sobre un pájaro que canta una sola vez en la vida desde el momento que abandona el nido busca un árbol de espinas y no descansa hasta haber encontrado uno y entonces canta, canta mas dulcemente que ninguna otra criatura en la faz de la tierra y al cantar se empala en la espina mas larga y mas afilada y al morir se alza en su agonía y sobrepasa al jilguero y al ruiseñor.
El pájaro espino ofrece su vida por una sola canción
pero el mundo se detiene a escucharla… lo mejor solo se compra al precio de un gran sufrimiento.

http://pensamientocritico.wordpress.com/2007/06/05/el-pajaro-espino/

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