lunes, 4 de octubre de 2010

Estaré lejano

Pero lo mío no debe ser
una simple batalla con lo imposible
un seguro no tan seguro en pos de un horizonte
lleno de dudas y de esperas
un abandono y las heridas que no dejarán de sangrar
nunca
pero mi morada allí estará
adonde no me veas
en la huella de tu tacto
en la sombra de las sombras
o sea toda
y ojalá pueda permanecer
repartido en las miradas
que te ven
y que no son tan visibles para vos
es que el aliento es así
no se percibe
entonces te dejaré sana y salva en las entrañas de los sueños.

© 2010 Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 1 de octubre de 2010

elogio al nabo

Son de la familia de las crucíferas de la variedad Napus, y necesitan de un clima frío y templado para su crecimiento. En un sentido. En el otro, epíteto que prefiero para denigrar a un periodista que no merece mayor consideración, aunque por lo general, de todo el mundo se aprende algo, pero de este caso, es difícil encontrarlo.

Me refiero a Eduardo Feinmann, considerado en algunos lares como un periodista confrontativo y directo, acostumbrado a realizar declaraciones subidas de tono. Por ejemplo: "Arslanian vive en un paquete de yerba o en un tupper" " Ojo, Arslanian, que le están pasando cosas,y, o no lo sabe, o no está haciendo nada, que es peor." "Que Dios me perdone, pero uno menos..." (en referencia a un delincuente muerto por la policía) ..."¿Vos sos conciente que lo que estás haciendo es un delito?...

Vos tendrías que estar estudiando, nene (...) En un piquete de los estudiantes a favor de los obreros de Kraft Foods (ex Terrabusi)

Y siguiendo con este escueto análisis de tamaña especie de nabo, si uno le busca, encuentra.

Es un comunicador social, pero nunca como en este caso, se transforma en un "comunicagador social", como diría Portal, o más aún, haciendo una antigua referencia de la misma fuente, un perfecto "boludo profesional". Fuistes por fuiste y unos cuantos mas deslices lingüísticos en su estilo. Entonces, a mi entender, elijo al otro nabo, al verdadero, al que por lo menos te alimenta o si lo prefieres, aunque sea para rascarte.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Posmodernidad

Me cuesta pensar que la que acuñó el concepto del término en la cultura argentina, fuera Beatriz Sarlo, a la vista de los comentarios que hace actualmente sobre temas “caros” a la actualidad nacional, por ejemplo la ley de medios, la actitud de algunos funcionarios del gobierno con respecto a la suprema corte, el “magnetismo ilustrado de todos los días” (La Nación-Clarín-TN) y como si esto fuera poco (por el mismo precio) la patética imagen de la oposición en la argentina, que no contribuye en nada a la del buen funcionamiento de la política en el país. Un país con una historia mal acostumbrada a olvidar. Por ejemplo: la pérdida de las libertades constitucionales que hoy se minimiza porque hoy está lejana en la historia. La indignación discursiva de Sarlo es como una antítesis de la pensadora que conocí hace un tiempo. Y no me acostumbro a la actual, prefiero dejarla imaginariamente en los anales de mis afectos, casi momificada, pero viva en aquellos viejos pensamientos. La de hoy no me sirve.
En la asamblea de la plaza pública de las ciudades griegas, el ágora, el pueblo se expresaba sin censura. Hoy también, cualquiera puede hacerlo, incluso con el error. No escucho la voz de los dirigentes ni la de los referentes, hablar sobre lo que dijo Biocati sobre la necesidad de “un golpe institucional”. Hablan de lo que dijo Hebe en la plaza en contra de la corte, pero toman ese discurso como ejemplo, no el de Carlotto (que fue brillante, en lo conceptual y su semántica). Se olvidan de contexto histórico y las vivencias de Hebe, las torturas, el dolor de haber perdido a sus seres queridos. Y todo lo que fue configurando un carácter bastante confrontativo por lógica de acción y reacción. ¿Qué quieren que diga? ¿De qué manera? “Discúlpenme, Señores, no vayan a pensar mal, pero creo que se están equivocando…” Pero volvamos al exabrupto de Hugo Biolcati (a los que nos tiene acostumbrados) en su llamada golpista. Nadie se pronunció en su contra. Nadie se rasgó las vestiduras. Nadie tampoco mandó a partir su cadáver en pedazos para enviarlos a todos como muestra de lo que son capaces las tribus. Creo que hay una exacerbación del enojo, una maximización (si se me permite) de algo que es mas sencillo de lo que parece. Mas terrible es el pensamiento lateral para llegar al mismo lugar, o sea cosa de ganar tiempo, nada más. Muy propio de personas con mucho poder (Magneto). Lo que me recuerda a Yabrán, y básicamente espero no termine igual, ya que a la sociedad le hace falta que este pague sus culpas. De tal modo, ha de llegar al país una corriente de solidaridad y participación que hoy (por hoy) son atributos insoslayables.
No creo que Goris, Cherubito, Papaleo, Peña, Del boca, (en la representación de los famosos), ni todos los que fueron, o yo (que no fui, por razones de salud) seamos tan pelotudos como para creer sin medida en un gobierno que su mayor pecado es construir el consenso luego del disenso, en cuanto al segundo momento de la dialéctica. Que se somete al juicio hasta de los medios que no le son afines, que los hay, y es natural que así sea.

Eduardo Dante Dall´Ara
© 2010

miércoles, 21 de julio de 2010

Me iluminaría

De pie, en esta vida, me verás cantando,
aunque ebrio de tristeza, el ensueño,
aletee un instante.
Todo es cuestión de tiempo, en este espejo,
si esta historia, es posible.
Hay un mar corriente en mis noches,
cargadas de incertidumbre y de misterio.
Hoy no se lo que soy, ni como soy; mucho menos, adónde voy.
Soy lo que soy, guiado por mi estrella, y siempre clavo mis ojos
en lo alto.
¡Oh que sombra en el costado del camino!,
pese a que yo mismo soy parte de la luz,
no distingo los nombres ni el destino
de todo lo que amé,
ni lo que aborrecí;
¡es todo tan fugaz, que es insensible,
ese ser que vive en mí!.




© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 8 de mayo de 2010

¿Qué? (Da tagte es)

Para Erica Rosana, quien me ha dado la oportunidad de escribir sobre el tema,
como también el placer de compartir la vida como padre.


Amaneció, si.
Bajo sus huellas, si.
Impasible a los ojos de todas las miradas.
En la dimensión de su ámbito, hendida en el ámbito de otras
dimensiones.
Un vistazo que fue como un puñal.
Para mirar las señales
de los ojos de los otros.
¿Qué?
Nada más importa, que lo que no se puede medir,
ni describir.
Se puede suspirar con los ojos cerrados,
E imaginar que el aire se nos cae, con todo sobre el cuerpo.
¿Qué será? Debe ser, debe ser,
la señal que se espera, la señal que espera;
hay un grito lejano,
para alguien que uno puede conocer muy bien,
o simplemente ser,
nada mas que uno mismo:
Perdido en la simpleza de una gran dimensión,
que debe ser
un punto nada más,
un puente hacia la magia de lo imprevisible.
El amor y el dolor,
y nada los detiene.



© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 1 de mayo de 2010

Natasha

Una luna difusa,
allende el cielo oscuro, con una aureola clara,
como de lluvia;
un edén, un bosque particular.
Te acuestas, y miras con ojos compasivos;
de modo que no existe nadie más que tú,
y me silencias (vertedero de palabras,
inútiles, como siempre)
todo es tan triste, porque se que hay un mañana, y hay que despertar.
Lo que vive en ti, salpica tu rostro,
y en tus ojos, algo brillará por un tiempo tan posible y tan lejano,
que bien podrá ser toda una vida,
o aquella eternidad tan simple,
tan lejana.

© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

martes, 27 de abril de 2010

Aprender a morir

“nec-otium”




¡De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera!
¡Yo, muriendo! … (Frag. Nicolás Guillén)



Un instante es nacer, y heme en el vivir,
los fragmentos finales de este cuento.
La consigna es aprender, a no quedar de rodillas, a la enfermedad
y a la muerte;
otra forma de ir diciendo adiós, en cuentagotas,
a todo lo que amé:
“al misterio, de quien estuvo, recostada en mi lecho,
y a cada gesto; todo lo que en su tiempo,
fue corriente asombrosa, de aquello, que fue vivo”.
¡oh, Dios mío!
“Lascia ch´io pianga
mia cruda sorte,
y che sospiri
la libertà;
e che sospiri...
e che sospiri...
la libertà.”¹
Al suelo que pisé, irreversible.
Al sueño que viví, insoslayable.
El ala de los pájaros que golpean en su vuelo.
Al remo hundiéndose en el agua presurosa.
Y es un drama el instante, espejismo,
¡oh, destino!

Presuroso es el sueño, de quien adoró sus raíces,
y desea una vez mas, admirar las flores,
solo un rayo de luna, y el rocío.



© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

lunes, 19 de abril de 2010

Una noche más, en la eternidad

Vivir de las palabras,
vivir en las palabras.
¡Que Ilusión!
Se duerme, también, en las palabras;
mas dormir no es vivir,
en la noche inmensurable de la vida:
si en verdad todo termina (¡cuando despertamos!)
y No consta para siempre, a pesar de los sueños.

En este estigma de carne del ocaso,
asoman la primeras preguntas:
¿sirve?
¿servirá?
Para alguien digo.
¿hay algún sentido real o verdadero, en el devenir del poeta?
¿o solo es una luz, una resolana,
que ilumina pequeños momentos, de esta oscuridad que no cesa?
Una verdad durable no es eterna, es efímera,
todo es devorado por el tiempo, (¡tanto amor, tanto agobio!)
y la dimensión de los hechos nunca importa, ni el impacto,
por mas fuego y frutos,
y esos rastros,
que hubiese a contemplar.




© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

martes, 13 de abril de 2010

Aquellos ojos dulces

Para Agatha Seixas



No se puede parar el tiempo, es verdad; más,
si pudiera comprender, la exacta dimensión de tu mirada,
sería delicado.
Despacísimo, como el acceso, a la puerta de los sueños.
Sin fronteras, ni atavismos, todo, todo lo pudiese mi claro entendimiento.
Porque la mirada;
si es profunda, lee el pensamiento, y hasta la soledad de las almas. Presentemente.
Con ternura invisible, encerrada en la textura de todos los colores.
Los ojos se sienten, acarician, como hojas al rocío.
Comprenden lo que amas,
lo que temes,
lo que añoras, lo que ansías,
sin distancias.
Solo es sentirse,
un poco en otro lado, como en un camino, al pié de lo irreal,
y que resiste a todas las palabras, todos los mensajes: te encarcela
en un dulce espacio carnal, mientras abres los ojos
y los cierras, con un gesto de inasibles estigmas,
sentencioso en su ser. Solo esencia.
Nada mas que sentir, todo lo que vive.



© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

martes, 23 de marzo de 2010

NN

Aquí estoy, vengo desde lejos.
Tal vez, desde el olvido.
Pero heme aquí, aquí estoy.
Soy la sombra de todos.

Toco el cielo, pongo la palma sobre mi frente humana,
miro desde lo alto, mi cuerpo extendido,
con un precinto amarrado en mi pulgar derecho,
adonde veo simplemente una etiqueta,
“NN”,
y no entiendo los signos, ninguno,
que nombran el nombre de mis amigos,
aquellos compañeros, cientos, miles:
soñadores, que,
conmigo. Llegaron hasta aquí.

Es profunda la muerte,
aunque llame a la vida, en un río de sangre.
Aquí mis ojos, ven los ojos de los asesinos,
y a lo lejos, se oye una canción serena.
Siento al mundo andar bajo mis pies, ligero,
amo la agilidad de una estrella.
la liviandad de los ojos de lo que está vivo,
y que es joven.
La palabra es una roca, que golpea, golpea, golpea,
como un rumor de sorpresa, que no se entiende.

Aquí soy “Padre de un hijo asesinado.
Esposo de una esposa asesinada.
Hijo de un padre asesinado”.
Hermano de un hermano asesinado.

Así seré el camino, la luz, y aunque me mire, rotulado,
y a mi mismo torturado, asesinado, y al fin desaparecido,
“estigmatizado”, digo, que estaré siempre,
como una carga fatal, en el corazón de los que
me desarraigaron
de “mi”
querida vida.




© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 14 de marzo de 2010

Día Pi (o 3,1416)

Según los Aldos, cualquiera de ellos,
puede uno partir desde las mañanas,
las miradas, los descensos en los cuerpos,
los escalofríos, iluminaciones de algunos momentos;
las veces que hemos hecho cumbre en la pasión,
los desencantos, las caídas,
todo es cuestión de aclarar los sublimes misterios,
las miserias.
Simplemente son cuentas, como en un rosario,
aquí se suma, aquí se resta,
aquí la inmensa confusión lleva hacia la bruma.
Loa dedos vagan solos,
se calcula lo incierto, lo inefable,
y también lo pleno, lo presente.
Es cosa de que el vértigo, no lleve hasta el castigo
de considerar el espanto,
como una distancia implacable:
pero el río, inmenso río,
de cauce agradable,
(la memoria),
no velará el rostro de quien hemos amado,
intensamente.



© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara



Para Aldo Umazano y Aldo Pellegrini, caros maestros (siempre presentes) en mi poesía.

miércoles, 10 de marzo de 2010

La fiesta del suicida

Mendigo infeliz, huérfano de todo;
migajas de tu tiempo se hundieron de a pedazos
en las sucesivas noches
de tu vida.
Pintaste,
una cara falsa de la realidad, y no supiste que hacer con ella.
Pensaste, en la redención de los ángeles,
angelicales, ridículos, de todas las vírgenes del mundo,
y anduviste en las cornisas de las putas y los malandras.
Las amaste, más que,
a todas las santas y los románticos.
Valoraste al pecado en extensión, de tiempo y vanidad.
Y ahora esperas, que alguien, te finja la solución.
Eres un ave de carne transparente; sonámbulo, pretendes un milagro,
entre la vida y la miseria,
y que algún duende, calcule la medida de tus actos;
te lave de culpa,
te redima.
Lo único que encuentras es a tu Dios sin religión,
implacable, que lo único que hace, es mostrarte,
el tiempo que has perdido.

Pero hay algo si,
que comprendes…
¡Qué inútil es pensar la escena del final!
¡Y qué ridículo!
¡Patético! ¡Banal! Sin nada a declarar, no coment.
Si lo que pretendes es dejar un mensaje, es fatal.
Nada hay que tu puedas hacer,
ni que tu misma atadura, tu esencia, tu destino,
estén haciendo ya. Puro cálculo.
Porque para que, has de ahorrarle trabajo a la vida.
O a la muerte.



© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 26 de febrero de 2010

Hay momentos en que los ojos son de luz.

Solo se abren, a las mañanas,
no a las sombras de los ocasos.
Y toman miles de formas, solo visibles en si mismas.
¡que para uno, son eternas!
¡Se abren a la vida!
¡No a la sombras!
¡Si a los cuerpos, ávidos de misterio!

Se abre la puerta.

Si, esto es de verdad.
No de mentira.
Un hueco entre las manos, y en el cuenco, se va formando la sed;
entonces uno bebe,
y la oscuridad es idea, con la que
se da fe de lo que existe.
No se destruye no, no se destruye
nada, nada, todo se construye.

Los abrazos, las caricias, las palabras, las sonrisas, las miradas.
Y va pasando un tiempo,
lineal, nada más.
No imaginamos que es el origen de todos los orígenes;
del principio,
la llave del final.
Así se muestra aquella puerta, más allá, lejano el lapso.
Se cae la realidad, de lo real,
en las narices, se hace difícil verla,
¡como siempre, no se ve, lo que al alcance está!
Y si alguien me viera,
en este temblor que deshace,
cuando es un pasatiempo anonadado,
infame por momentos,
de caminar por la cuerda de los sueños,
con una sencilla magnitud del tiempo;
no sería mas que un camino hacia el silencio.

Un punto, nada más, una bisagra,
que es indicio,
de este nuevo comienzo,
añorado.


© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 14 de febrero de 2010

Cinemascope and technicolor

(Qué va, todo pa mi)


¿Qué es esto?
¿Una cuarta disminuida, o una quinta aumentada?
¿Es lo mismo, sabes?
Lo concreto es que el ángel,
de la mañana.
El cameo que hay en mí, entre esas fotos.
Sonriente,
casi inanimado. Fue, alguna vez, y también, feliz.
¿Y eso?
Casi se alcanza el punto, de sentir el aroma,
en esa imagen de ti, a mi lado, con camelias blancas.
¿Lo recuerdas?
Y hoy, a millones de años sombra, se me hace como inútil,
medio inexistente, en esta commedia, que ahora más que nunca,
é finita,
filmada en cinemascope y technicolor,
a la distancia, solo visible entre cintas amarillas.
Aquí,
hemos sido actores,
de una versión, en juego, de una historia,
en donde el sudario es tomado como mierda,
es así.
Cada día fue pasado sin hablar, solo aferrados
a una promesa virtual,
una utopía que le dicen,
en que la acción, “se come a cualquiera”.
Y se te dio por hacer de Lisístrata,
sin la paz como fin,
sino la guerra en la que me “engulleron”
y en donde el más fino destino:
fue el engaño. Sin ambages, ni anestesia.
Fuimos los primeros actores, de aquello que comenzó comedia,
y terminó tragedia, mas sólo por el bien del equilibrio,
o los frenos, de un instinto primordial,
la supervivencia.
Esperaré.
El último atardecer, ya no ficción,
ni más memoria,
nada más que un final, muy anunciado.


© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara




CAMEO, forma abreviada del inglés de Chem Act Mtrls Eject Orb, fue un satélite artificial de la NASA lanzado el 24 de octubre de 1978 desde la base aérea de Vandenberg mediante un cohete Delta.
( aquí Figurativamente, en sentido estético)
Un cameo es la aparición de una persona o un material conocido en una película, en una serie de televisión o en cualquier medio, sin que se refleje en los créditos de la misma, ni se cobre por ello. Normalmente son apariciones cortas y sin importancia para la trama.

viernes, 12 de febrero de 2010

Imagino si esto,

que tal vez, son las ganas de pararlo todo,
“al modo de Isidoro”, no será una forma mas de dar vueltas,
sin sentido: o cargarse la noche sobre el alma.
Borrarse las ganas de acometer el nuevo día,
renunciar, decir que no va más,
asumir que este papel de esclavo,
que me queda bien en la mañana, y me sirve de puntillas, instante por instante,
no se hizo para hombres como yo.
“La oquedad del silencio”, es parte del asunto que también,
juega su papel en mis palabras.
Allí duerme la muerte, en su regazo,
marcada en el plata de la luna,
y se establece todo, en su brillo,
antes de la aurora que ha de ser un final y nada mas.
Un continuar.
“Yo que se de la vida, del arma invencible de la mente”
Eso dije en una noche, mirándome en el fondo de tus ojos claros,
adonde me precié de verme bello también,
con mi pata de palo y este garfio que me da que decir en esta historia.
En este acto fugaz, allí te rescato, porque viví mil vidas,
en cada instante triste o placentero.
He derrochado parte de la vida, amando.
Y hoy soy quien no tiene nada en patrimonio,
nada, pero nada en absoluto,
que declarar.
Nada mas que el tiempo “perdido”
azarosa, y soberbiamente.





© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara


Y que es la vida, amigos, sino una hermosa manera de perder el tiempo.



A Pablo Concetti

martes, 9 de febrero de 2010

Terciopelo azul, raso negro, piel canela

Y ese instante.
Y esas manos, haciendo garabatos sobre el raso.
Nunca se sabe, si se trata del comienzo, o el final.
Y se deja el paraíso abandonado, a merced de manos anhelantes,
en el mixto declinar de las sombras, hacia el alba.
Pido al Todo, aquel que no se puede contar, por tanto no se entiende,
ni se explica,
la dimensión de este estado,
este espacio,
y este tiempo.

El momento se me hace interminable,
tan bello, tan distante,
que la luz que surge en mi
se me hace como un sudario, en un soplo de luna

Hay revelaciones.
Tempestades.
¡Pero cuánta dulzura hay en ti!
¿Cuántos cuencos comienzan a vibrar en esta noche azul,
Cuándo es sonido? ¿Y cuánto de ello está inundado de silencio?
Nada más.
¡Eternidad hay en ti, ése contraste entre negros, azules y canelas!
Salpica lo que dices ésta noche
y los días que tu cuentas no son días, los meses no son meses,
los años no son años; un instante nada mas.
El tiempo, es ausencia, o tal vez, todo presencia,
irreversible, como noria, un mensaje
final: “¡como yo te amo no amarás nunca,
ni serás amado!”
Algo insalubre dice el cuenco.
Nada es más rotundo, ni más evidente,
que la ausencia.





© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 6 de febrero de 2010

Es una lucha (tu leiv motiv)

Solo a título de cariño y respeto (ya que el poema está inspirado en otra persona), dedico este poema a Vivian Ulloa Eschmann, amiga del alma.





En tu cuerpo,
suspendido en blanco y negro,
y en el umbral de la noche,
un horizonte de arena, albahaca, y luna blanca,
en los tibios estratos de las sensaciones.
Vibraciones leves en el plano de la música.
(algo así como el silencio, presente)
Modifica el cisma del momento,
siempre previo a las grandes tormentas,
como es la cantarina suavidad del raso
en la plenitud de la piel,
hasta el amanecer,
tan generosa y bella;
de modo que es terror
la espera,
eternidad, hacia la aurora,
que a mi se me hace ocaso,
o muerte.




© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

martes, 2 de febrero de 2010

Descripción del estado de ánimo (2 momentos)

Uno puede encontrar diversas formas de morir,
y puede lograr el objetivo, con todo éxito, en un instante.
De cualquiera de las maneras posibles.
Pero el espíritu siembra,
como evidencias testimoniales, pequeños golpes de lo que uno ha sido,
que dejará sus huellas (semillas de la realidad), cuando encuentre
lugar y momento para la consecuencia.
Consciente o inconsciente, desapegado el andar,
en gesto y movimiento.

Una fatiga tan simple, como que viene desde toda la vida
en expresión.
No hay excusa. Es obra desmedida del agobio,
que busca solo un camino para ser feliz,
y lo vive, anticipado,
incluso con la fragilidad latente del mundo y de la vida.
Y es ese el momento, la ocasión de terminarlo todo.
Es así.

Pero solo son vibraciones, y la sensación de que el universo se detiene.
La verdad nadie la lleva. Y nada lleva a la puerta de salida,
nadie la enseña,
todo es especulación, nada es real, nada convence;
la entrada está prohibida, el horizonte no tiene espacio en el alma.
Un punto. Solo un punto. Adonde no arden las preguntas,
Ni relucen las respuestas.
Nada hay de ese fuego.
No queda otra cosa que masticarse el amor y el odio,
todo junto,
y hacerse todas las preguntas,
antes de regurgitarlos, lentamente, no va más,
a otra cosa,
que sirvan para otro.

Es lo fácil.
Aquello que es obvio, por lo que es tan difícil de entender.
Tan evidente,
su contradicción.

Conciencia del afecto,
y también del sufrimiento,
“El rostro obtuso de los techos”,
y yo, no me hago cargo,
no quiero nada de esa lucha,
la vida se queda así, vacía, no hay con que llenarla:

ni siquiera con el rostro de la mujer soñada,
el corazón que vive en los arbustos y las flores silvestres.
Esa piel de azahares,
y ese aroma tan fresco como la luz de la luna,
ay! Que me habrá sucedido.
Hubo un tiempo en que fui puro,
y bello también entre esos brazos de hierba.
Todo puede más que la esperanza, que,
aunque ilusión, fue realidad también.
¿Hay lugar en el umbral de esta noche para tanta plegaria?
Estimo que si, doy fe de ello.

El tiempo me seduce, me pasa por encima.
Este tiempo disgregado en diminutas puertas en las sombras,
yace en el mismo tiempo que intentó ahogarme,
y pretendió convertirme en pasado de nada.

Pero heme aquí, estoy aquí, en lo difícil,
la aventura,
muy firme en el proceso de cambiar de idea:
allí, adonde ahora,
todas mis penas, eran mis penas.
Empecé a verme alegre, a través de tus ojos;
en aquel ramo de rosas al que le falta una,
que es para mi, sin duda.
Aquel poema sin fin al que le falta un verso,
y que, lo pondrás tu cuando ya me haya ido,
pero nunca antes de hacer lo que haya para hacer,
jamás antes de decir todo lo que tenga que decir,
y convencer al mundo redivivo,
que en brazos de este amor,
nada está perdido.




© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

miércoles, 27 de enero de 2010

Correspondencia de fe

Esta boca, esta misma boca,
dijo alguna vez que no dirá tu nombre,
y hoy
solo es una sensación de movimiento entre los ruidos de la noche.
Esta voz
que no andará por el camino del misterio,
es voluntad perpleja,
es arma inquebrantable de la mente, aunque corazón vencido, ya,
en un gesto de renuncia,
mortal, espiritual, que nace del amor,
y se sostiene,
por el deseo de aferrarse a una vida casi muerta.

¡Oh Dios, ven!
¡Te necesito!
¿No es así como andaré por las espinas en rosas?
¡Ni en rastro para tu alabanza!

Esto ha de verterse
en la rarefacción de la sangre que, multiplicada por si misma
se transforma en fuente de toda la pureza
y es manantial, bendito,
en toda vida que sigue.

Esta fatiga
que viene del principio del mundo,
de andar cargando un cuerpo con fragilidad.
De estar enfermo siempre, vestido con andrajos, tanto,
que avergüenza, por su falta de sentido,
en el huerto que guardas para mí.
No lo entiendo.
¿Porqué vivir tan lacerado?
¿Porqué luchar toda una vida?

Aún así, yo, me hago cargo,
de mí,
de mi equipaje, y te ofrezco mis manos para sellar la herida.

En éste mismo cuerpo que debió ser tu templo,
el espíritu es libre, se siente muy seguro,
y tiende ante tus ojos su mirada anhelante,
porque tiene un pie muy seguro,
apoyado,
en la historia el mundo.



© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 14 de enero de 2010

Yo debería escribir poesía, ahora

Para Sally Espinoza y María Elisa Plaate, hija de Gustavo Plaate y Yeny Alonso, dos entrañables amigos, como bienvenida a mi facebook.




Pero algunos me dijeron,
del uso inadecuado del recuerdo.
A ver, como es el tema,
en este juego de presencias y de ausencias, hay días en que si,
lo afirmo, esta sensación,
se me viste de angustia o de jolgorio.
De que ando que no ando, como hoy.
“Face in hole”, escribiendo sobre la tierra, el barro, y las manos:
en cada noche de ti, cada imagen, se deconstruye con el uso y abuso
de
sensaciones vagas, en donde todo tiene que ver con todo,
y nada es un sistema entero que se parece a uno.

Asoman relaciones que confunden,
desorientan. Consciente o inconsciente.
El producto bruto interno, la Bolsa, los Valores,
la Central conspiración, todo se entremezcla,
pero todo me remite a ti. ¡Que pasión!
Y no puedo fingir que no hay nadie, que son otros.
los hechos, ¡es mentira!.

Nunca hay nada, y la luna, esta luna, tan frágil y tan blanca,
siempre ha de ser el espejo de otro mundo, el pasado. Pero allí,
está por siempre todo:

Entonces. Mi falsía,
será como escribir desde el olvido. Ilusorio.
¿mas yo puedo enterrar mi sombra?,
¡Imposible!,
una forma distinta de negarte,
(así como sentencia): de encontrar
en cada paso que se me ocurra dar, cada palabra dicha, o pensada,
el rastro de un amor tan desolado,
tan dolorosamente amado,
¿está ausente?

Y el mundo sigue andando.
Y la Bolsa sigue bajando, el riesgo país también,
el dólar se mantiene estable, el Euro sin cambios. Y bueno.
¡Y bueno y qué! Todo sigue andando. Pero tu no estás,
y nunca serás igual, te he cambiado, eres la misma, pero no te reconozco.
Tendrías que lavarme con ceniza, purificar el aire,
desbastar el dolor, dejarme puro. Pedazo por pedazo.


En fin, para ser en tu mano, lo que debiera ser…
un pájaro,
libre.




© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 3 de enero de 2010

Elogio de la muchedumbre

Para aquella niña que me amara en la mañana ajetreada de julio del 72





Puedo pensar en ti
Puedo decir de ti
Puedo nombrarte
Puedo invocarte
Puedo olvidarte
Pero tu presencia en mi es un artilugio del recuerdo
Diré que eras una mujer que hoy trataría de ser solo una cuando en realidad fuiste muchas/ todas
Fuiste ocaso, plenilunio, luz y toda sombra del anochecer y el alba
Resolana
Aire de camelias/ constelación/ en este cielo azul
de Cruz del sur
Y el mismo sol se pone en vos y en mí para otro día
Otro delirio
Que te hace crecer en toda cosa que intente construir con vos
O destruir de vos
Fuiste como un reloj con odio que marcó el retorno de todos los fantasmas
Carroñera imagen del asombro en mí
Ese mismo asombro que saltó desde la piel/ ramillete de dulzura
Que se escapó de un ámbito tan dulce como las preguntas
Incontestadas siempre
Alabadas por todos los que nos vieron y dijeron
“estos dos han sido condenados para amarse”
¡qué ilusión!
¡qué vanidad!
¡qué nada!

Y “El proceso” ése tan temido
te dejó sin mí
Me dejó si ti
Y desde aquel vacío que ocupaste en los camiones
Hay todavía manos que se extienden/ que pretenden
quedarse juntas para siempre

Se finí

No puedo aún soñarte
No recuerdo ni tu rostro ni tus ojos ni tus manos
Y hoy solo tengo que velarte una vez más
en mi recuerdo




© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 31 de diciembre de 2009

La tristeza no me merece

Para Beatriz Alarcón García, quien me sugirió el tema y Sally Espinoza.





Este poema es un homenaje a todos mis amigos, a modo de disculpas, por haber tomado la decisión de no publicar más en facebook, a raíz de comentarios acerca de que a mi lo único que me interesa en lo que publico son los comentarios de mis amigos. NO es así, de paso aclaro que aunque estén mencionados, no tienen obligación de comentar, simplemente es mi regalo de fin de año y espero que les guste. Un beso muy grande a todos. Que el futuro próximo cercano les brinde a todos un pleno de bienaventuranzas.








Si uno supiese, a ciencia cierta, de donde viene y hacia adonde va,
estaría colmando un intersticio, un misterio,
y no sería triste, ni feliz. La vida misma.
Pero las cosas son lo que son, y aquí, en eso andamos.
No se trata de verlas como otras,
sino así como son, tal es la magia. Y confieso que, para mi, ser triste,
necesita de un hombre con agallas.
No es,
esconderse en el debajo de la tierra,
aunque digan que la muerte viene a ti,
porque es,
el tiempo en que comprendas el motivo
de las cosas.
Y es posible que deambules, de bache en bache,
Entendiéndolo todo mucho menos, y desees,
volver a empezar, una vez mas.
Irreversible.

Las plantas crecerán en tu balcón.
Sin aire de pureza, las monedas gastadas en tu vida.
Se verán en el aire danzarinas , con sus brillos,
tendiendo a las estrellas. Habitante de todo, no de olvido.

Rescatará en tus manos la esperanza, el asombro,
como el ojo de un niño ante las flores.
El pasado es pasado, hay que besarlo, honrarlo,
cual si fuera el hilo de tu vida;
el futuro es futuro, se construye,
y se trama con armas: la belleza,
templada
en la faz de una mirada. No sea cosa,
que el olvido, suceda al corazón de nadie.
Es por eso que digo que yo anhelo,
recordar hasta el mínimo detalle, sin tristeza. Porque
no la merezco.
Mas si,
encuentro en el sentido de mi esencia,
un ámbito pequeño,
tan inmenso,
que no llego a divisar sus horizontes,
aunque esté ya en el final
de este camino.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 19 de diciembre de 2009

Mas que humano

Este poema lo dedico a Eliana Sosa, quien me pidiera escribir sobre el tema; e indirectamente, a dos personas que fueron grandes maestros en mi vida, por haberme permitido disfrutar sus grandes escritos, de los cuales me he nutrido como alimento.
http://es.wikipedia.org/wiki/Theodore_Sturgeon
http://amediavoz.com/borges.htm#EL GOLEM




Tal (como el sabio dice en su partida),
la vida son eternos devenires,
y no seduce el modo que lo mires,
sino el bien de aprender en esta vida.

Soy humano; mas si, yo soy humano,
entonces deconstruyo cada día,
lo atomizo en esencia, es vigilia,
y que Dios no me entienda, no es en vano.

Desde Adán, que yo veo omnipotencia
de la forma, la idea, la palabra
que libera, ésta imagen tan macabra
del pecado, la duda, y su presencia.

El saber, es su luz, no tiene apego,
y nada se verá de otra manera.
La sombra insinuada, es la primera
sensación que se oculta y la reniego.

Así es como se van (cómo te digo:
tejiendo los misterios insondables)
de aquello no se habla, “impensables”,
y© niega del placer, su tibio abrigo.

Sin embargo, en las cuitas de los vivos,
se entrelazan siempre los contrastes;
donde hubo mucho amor, hoy hay desastres,
y chocan sentimientos compulsivos.

Que va a ser, es “tu” parte de la historia,
y es cosa de vivir sencillamente,
no hacer tu breve tiempo, un accidente,
¡deja tu firma y, para ti, la gloria!




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 4 de diciembre de 2009

Pasa la vida, cual lógica de las marionetas

Si canto y amo como un animal, en cuerpo y alma,
mi corazón es un templo, ocultará, detrás de esta voz,
el lugar adonde vivirá mi alma,
y ha de llevarme adonde no tendré sed,
ni hambre,
nada.

Las apariencias engañan, aquí,
en el naciente y el ocaso de los sueños,
se que todo lo que comprendí, ya no existe,
se confunde con el viento, la verdad, y mi triste realidad,
como hojas, rodando en las arenas blancas.
Por eso lo valoro, hasta el momento del agobio,
porque es verdadero,
y la eterna discusión es digna de respeto.

Soy lo que soy, lo que fui, y lo que nunca fui,
todo está lleno de mi,
un devenir,
en el espacio: mi panta re,
estoy completo en partes diminutas,
soy solo un hombre, pero aún,
soy todo movimiento, soy pendiente
en un tímido comienzo de infinitos presentes,
allí adonde todos vivimos sin saber,
el absurdo acontecer de otro mañana.
La sombra que no cree,
no tiene derecho, ni siquiera,
a disfrutar de la ausencia.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 27 de noviembre de 2009

Meditación en la noche

Para Eri






Algunas medianoches,
se abren las puertas de la angustia,
entran criaturas impensadas, encuentro no deseado,
a tallar, cual luminarias de otros horizontes.
Cae el rocío, y uno está por ahí, triste, sin saber cuánto ni porqué.

El mundo se sumerge.
Cuesta,
pero hay que decirle buenas noches a la incertidumbre,
y pensar,
y recibir el día, con todos los espejos en la frente
para decirle buenos días,
al nuevo día.
Olvidarse, si es posible, de aquel ámbito,
en donde al parecer el amor y el dolor son verdugos delicados,
y no dan tregua, ni respiro.

Hay una conciencia, si.
En todo tiempo, hay conciencia,
que se encuentra en el café de la mañana,
que modela un afuera todo gris,
se arranca de los párpados,
lo hace trizas,
y le brinda un espectáculo de estrellas,
a los buenos días del mañana,
que huele a jazmines, sobrevida,
y ha de estallar, en la noche,
como un rayo de luna en la mirada.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 19 de noviembre de 2009

Dar la muerte, honrarla; amar la vida.

Llama que, se deconstruye,
y no queda, solo en la tierra,
y tampoco es
nada más que un juego, en el que andamos,
“un aire de familia”,
la verdad no debiera ofender al destino,
ni temerle.
Este hablar sin decir no me ha tocado,
(mas temer y temblar, es el camino,
hacia el monte Moriha
adonde “habrá cordero para el holocausto”),
todo es transparente.
La comarca dirá:
He aquí al idiota que recibió un mensaje desde las estrellas.
He aquí al hombre inmaterial, pero creyente.
He aquí su fe. Y su silencio,
confraterno en su desprecio, cuánto sino su amor.
Solo se puede odiar lo que se ama,
“dar la muerte” en expresión,
a lo que yo más amo.
Por eso te asesino en mis poemas,
soy libre, y ahora en mi yo,
en “toda “plenitud,
también estarás, para despertarme.






© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara


http://www.uia.mx/departamentos/dpt_filosofia/kierkergaard/pdf/art_derrida_deconstruye_tt.pdf





A uno de los momentos cruciales en mi vida intelectual, el conocimiento brindado por Kierkergaard y Derrida, verdaderos aportes a mi estabilidad en una época de agobio, el desarraigo.

martes, 17 de noviembre de 2009

Eri: Hic Et Nunc

El día cambia de color con una palabra.
Una mirada da luz en la oscuridad.
La mano dibuja el contorno de un rostro.
La música calma la tristeza del corazón.
Y un ángel aparece en el instante justo
en el que el sol asoma por mi ventana.
Erica Rosana Dall´Ara



Si el mar, un día, oculto en un mensaje,
se durmiera en un pleno de mutuos sentimientos,
por tu razón de luz, irás a las estrellas,
y allí, tendida en el espacio,
a merced del insinuado tiempo,
verás hasta siempre.

Allí, la carrera de las nubes,
aceptará lo inmóvil, y,
el gesto de reconocer un rostro
con el tacto.


El mundo es imposible, si tienes un acopio de sueños en el aire,
al juego de esperar solo un tris de los dedos.
El silencio, y la incertidumbre.
no dan para más,
y el corazón, es una sensación de estaciones de la vida.
A la grandeza de las palabras nobles,
le quedan la ternura de las mejillas rojas,
(la sal de la mujer de Lot)
como el amor que vuelve a retozar en tus ojos.

Ensilla la luna,
hay que montar la vida, y defender las estrellas,
es inútil la argucia del tiempo y la esperanza.
No es cosa de temerle al misterio,
y a la soledad.
La noche está cerrada,
y se va hasta el día en que se ve hasta siempre.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

lunes, 16 de noviembre de 2009

Nosotros y los otros

1. (primer momento: el dilema)

Ahora escribo para ellos (los otros),
como si fuese lo último que escriba,
y no los veo, ¿donde es su morada?,
lo único que se, es que son como los pájaros,
son pájaros, bandada,
cantando entre mis hojas.
Yo los dejo y por eso, mis letras vuelan,
y tal vez, solo sea el amor,
lo que urge, y deviene en los sueños de la noche.

2. (segundo momento: la conciencia)

Ahora si, sin verlos, los presiento,
a todos los condenados;
tal vez, mi tersa piel,
en la simetría de otras voces, silenciadas,
horade corazones con los sueños.
Y poco importa aquello que se gane,
solo el goce,
(la fe de erratas, es consuelo a la distancia, expiación).
Un espejo, otro espejo, una imagen, otra imagen.
Siempre podemos encontrarnos al final del día,
en un paseo brillante, tan sagrado,
con lágrimas de sangre en las mejillas.

3.- (tercer momento: prospección)

Nunca sabré de qué lengua ha salido mi palabra.
Ni cual fue mi intención.
Solo se que este lugar, que hoy ocupo,
nunca fue ni fácil, ni tranquilo,
simplemente es encontrarse de este lado, duro, ilusorio.
Y todo ha de cumplirse como un rito, allí,
desde el lado que otros juegan,
el juego de los juegos: el olvido.
El amor me sobrevive,
sin huella, sin presagio, sin destino.

4.- (cuarto momento: el planteo)

Por eso es que hablo de los otros, con tanta liviandad,
por nosotros, y me animo,
a pensar que somos uno,
a pensar si me das la mano,
y será solo un sentir, que todo es un camino con estigmas
de ausencias,
aromas y presagios,
y cálidos contrastes en la noche.
Uno mas uno es solo uno.

5.- (conclusión)

En este territorio, laberinto.
Solo dudas, casi ciego, de ceguera ¡los prejuicios!
No se puede ser más dichoso o infeliz.
Circundando o enfrentando diferencias,
hay gusto a madreselvas,
bajo los cielos azules,
¡cuánto tiempo se ha perdido!
disgregando pieles, denominando clases
como no los árboles, las nubes;
en silencio se vive, se desatan los sueños,
nuestro sueño:
y es mirarlo todo desde fuera,
con un ojo perpetuo, de cúbito dorsal.


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 15 de noviembre de 2009

Tractatus

A pesar de las controversias, dedico este poema a Ludwig Wittgenstein, quien fuera en mi vida creativa uno de los mayores maestros teóricos a los que recurrí.





Ese que sabe de su vida, no yo,
no sabe lo que sabe o que conoce, tan profundamente,
ni el miedo
el que está, muy en su interior, ni
a lo ha servido, tan obedientemente.

El mundo en que vivimos, procreando la poesía,
y los signos vivos, inscriptos, imperceptiblemente;
se encuentran con su miedo, atroz, en las mañanas,
cuando despierta con su dolor de brazos,
luego de morirse cada noche.
Es el momento en que hay que decidir lo que hay que hablar,
decirlo a rajatablas,
y también lo que callar,
callarlo, silenciarlo para siempre (que no queden vestigios).

En éstos avatares del placer,
la estética divina está presente,
uno es Dios, se siente Dios (el Creador),
y tira una palabra en el papel,
sin saber si es adecuada, tolerable, frágil o indolente,
brutal o encarnizada,
de la que después pendemos como locos,
ilusos perdularios del amor.
Y a ratos nos creemos invencibles,
eternos, sin pensar en los lunes, martes, miércoles, jueves, viernes,
sábados, domingos,
cual es el último instante en nuestra vida.

Espejo de todos los espejos,
fragilidad total,
es el vector que dice lo que somos.
Y es aquel que nunca olvida,
Implacable.

Entonces aparece en nuestras mentes la liberación,
que calla todo asunto, y es la lógica viva del dolor,
la conciencia de saber que lo verdadero
no se busca en lo que escrito,
escrito está,
sino entre todo lo que siempre o casi siempre,
consiente o no,
se calló.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 13 de noviembre de 2009

Collage de la mujer de arena

No he de llorar porque los días pasan, y no estás,
nada habrá sucedido que sea mi tristeza,
porque así,
es estar de polizón en tu abrazo.
O en otro lugar, incorruptible, para mejor decirlo.
Y la inconstancia febril,
es un pleno de polvo y de ceniza.

Solo se que el paso de los años
es efímero y banal.
Es el viento de mi pensar poético,
la batalla sin fin de la conciencia y el tiempo,
que estalla entre los acantilados de la costa.
El trigal, las espigas, el pan,
son frutos de la bienaventuranza:
adonde el agua se escapa entre los dedos,
sucios de experiencia.

Yo amo las palabras,
las tomo de entrecejo.
Como si de verdad fuera el cuerpo,
tu cuerpo bien amado, que acaricio; voy en él,
navego los sonidos del lenguaje,
sin brújula ni timón.
Las recorro tibiamente, y nada, nada más:
un sorbo de coñac, nada,
pero es ése murmullo,
aquella antología de versos
que no escribí jamás.
Es cópula en la magia.
Música y silencio.
Palabra y son.

Tu cuerpo es el mensaje:
“por si acaso yo pudiese oír del otro lado de la
eternidad, te diré qué es lo que eres,
un sicario,
un matador por encargo de una silueta, de mujer”,
que hago renacer, recortada en mis notas.
Y no se si eres la Virgen de la Macarena,
o la mujer espejo,
desarmada en pedazos.

Amada compañera, renacerás en mí,
siempre limpia, de toda incertidumbre ,
comprensible.
Ah! ¡La vida! ¡El milagro de la vida!
Palabras como hiedras, y tu sombra.
Consigna en el farol de la calle,
diminuto espacio,
en donde soy “minimal” de los placeres,
y todas las angustias tan temidas,
así sea.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara