martes, 27 de abril de 2010

Aprender a morir

“nec-otium”




¡De que callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera!
¡Yo, muriendo! … (Frag. Nicolás Guillén)



Un instante es nacer, y heme en el vivir,
los fragmentos finales de este cuento.
La consigna es aprender, a no quedar de rodillas, a la enfermedad
y a la muerte;
otra forma de ir diciendo adiós, en cuentagotas,
a todo lo que amé:
“al misterio, de quien estuvo, recostada en mi lecho,
y a cada gesto; todo lo que en su tiempo,
fue corriente asombrosa, de aquello, que fue vivo”.
¡oh, Dios mío!
“Lascia ch´io pianga
mia cruda sorte,
y che sospiri
la libertà;
e che sospiri...
e che sospiri...
la libertà.”¹
Al suelo que pisé, irreversible.
Al sueño que viví, insoslayable.
El ala de los pájaros que golpean en su vuelo.
Al remo hundiéndose en el agua presurosa.
Y es un drama el instante, espejismo,
¡oh, destino!

Presuroso es el sueño, de quien adoró sus raíces,
y desea una vez mas, admirar las flores,
solo un rayo de luna, y el rocío.



© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

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