Para Alessia.
Estás en mi imaginario, seguro,
como yo lo veo:
hasta el último detalle de tu piel, o en tu sonrisa,
no es nada que no haya visto, en mis febriles insomnios.
Imaginé hasta tus pecas, las que se ven, las que no,
la luna llena en tus ojos, y el rojo de tu carmín.
Tu frente ancha, el flequillo, tus grandes aros, tu cuello.
Si, eres tú, cuando niña. También eres tú cuando grande, y me pides
y me exiges, lo que tú vieras en mí. Y me dices que me amas.
En una pareces mala, en otra estás muy movida,
en las últimas me dices, que no podrás verme más,
me hablas de las presiones, y me pides que te piense.
¿Pensar en ti, mi querida? Yo pienso en ti cada día, cada instante,
no hay tiempo que anude el celo, de tu dulzura constante.
© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara
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