Mujer, que hablaste con tu mano al mármol,
no le dijiste a él , sino a tu historia:
la “libertad” fue símbolo de gloria
lapacho en flor que deja de ser árbol.
Has sido fiel y libre a tu destino,
virilizada por las vanidades;
y fuiste signo de las libertades
que dieron a tu género un camino.
La “libertad”, se yergue independiente
de dónde está su espalda o su mirada;
soberbio si, su pecho transparente.
Ella en tu mente designó su forma,
y nos hizo a los hombres prisioneros,
de no aceptar prisiones, ni otra norma.
San Michele
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por Ernesto Hernández Busto Es domingo, y el vaporetto avanza a un ritmo
plácido, de mecedora familiar y siesta de abuelos, hasta que suelta en el
muelle a...
Hace 6 años
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