domingo, 26 de abril de 2009

En otra luna (para Xoana)

Me mantendré sin culpas,
aunque me excite, el sabor de tu sombra,
y tu me nombres, en lo verde del prado,
donde te asustas porque me piensas,
también como joven,
y si, te digo,
éste soy yo, te miro y sonríes,
entonces tu sabes, que la hubiéramos pasado bien,
sin pecado y sin costo:
en estos casos, solo hay que vivirlo…
Adonde llega un momento en el que “hay una sola actitud respetable,
el sacarte la pollera, y darle rienda a la vida”.

Es verdad lo que digo:
Me recuerdas…
…a cuando yo era niño, y me encontré de repente
sin madre, ni padre, ni nada, pero con varios amigos
y varias prostitutas, para mi solito.
Así entré a cotizar, en el mercado de la sensualidad.
Por eso amo a las jóvenes, generosas al amor,
ellas
han sido, el “génesis de mis afectos”
¡cómo no les voy a guardar un generoso respeto,
si con ellas, nunca he sufrido yo!

Entonces a lo que hablamos:
Siempre en visión casi lúdica, a tu mirada que inquiere
y en posición prospectiva,
respondo con lo más simple,
a mi edad es imposible,
después de haberme llorado toda la vida una noche,
conténtate con saber,
que “la hubiéramos pasado bien”
si hubiésemos coincidido,
en otro tiempo y otro lugar.


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

1 comentario:

  1. Otro tiempo, otro lugar... quizá la vida compensa esa situación dejando vagar la esperanza.
    Saludos!

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