lunes, 20 de abril de 2009

Alcanzar una estrella

Esto, que al decirlo,
se ve en la estela de lo inmensurable,
está muy cerca de lo comprensible.

Porque habrá un momento en el que tú le digas:
es justo que también lo sepas.
Heme aquí , y soy, lo que tú quieras!, ni más ni menos eso.
Y no existo sin ti, así lo quieras.

Crassus diría, ¡avanti con la suerte!

Y aunque la muerte fuera, una cuestión de estilo,
no es preciso tentarla en estas lides.

Si tú le dices a alguien que es todo para ti,
le habrás dado el poder de decidir tu vida.
Por eso yo te digo, que uno debe ser terco,
en las manos diez dedos,
ni más ni menos que diez.

Una estrella es un signo, si quieres poseerlo,
cuida bien de tu orgullo, tus dudas, tus misterios.
tus pecados secretos, tu llama, tu cansancio.

Al saber, empero, tus propias herramientas.
¡No le brindes a nadie el poder y la historia!
Si es así, mi querida, divisarás la huella,
que dejó para ti la luminosa estrella.


© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

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