Nunca supe bien si el punto en la pared
era la pared y la pared el punto
hasta que comenzó a crecer
y el punto se hizo vigente y real
más que la pared
y la pared que era blanca
se hizo mancha
una gran mancha informe
mancha negra
agujero en el cosmos de mi vida
donde me encontré contando los pinos
pino pino pino pino pino pino
alerce
pino pino pino pino pino pino
alerce alerce pino pino pino pino pino
alerce alerce alerce pino pino pino pino
alerce alerce alerce alerce pino pino pino
alerce alerce alerce alerce alerce pino pino
alerce alerce alerce alerce alerce alerce pino
y fueron todos alerces
y no pinos
en la suciedad de la mancha
tan negra o tan blanca como yo quisiera
esa era mi vida
en esas cuatro paredes
y el techo
donde la música fuera
el chillido del ventilador
en el cielorraso.
© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara
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