Ésta obra es una transcripción poética de una experiencia narrada por Candy Castro. Por lo que es pertinente dedicárselo a ella. Así que: a Candy, de un poeta incurable que reside a más de 7000 kmts. de su hogar, y con todo el respeto y el afecto que merece una gran amiga)
Las plantas
Mira, parece una fantasía, pero es real:
Le eché un vistazo al jardín,
una cantidad de plantas me miraron,
de entre las cuales hubo una,
precisamente una, que estaba repetida,
linda como el sol, me miró,
y hasta parece que me sonreía,
porque adivinó mis intenciones de descartarla.
Ya tenía muchas de ellas,
la doblé, tiré de ella para arrancarla,
pero era fuerte, y no pude.
Su tallo quedó como la letra N,
así doblada.
Quise ir por las tijeras y no,
me arrepentí, y ella allí quedó,
doblada, como una perfecta letra N.
¡la tozuda floreció! ¡Terca, terca y dura como una pared!
¡Ahora tengo varias plantas de chile junto al rosal!
Ya dieron chile por mucho tiempo,
y se me hace que le hacen daño a mi rosal.
Pero cuando voy a cortarlas,
la letra N sonríe, ya, y hasta parece que me saca la lengua,
¡qué pilón, me vuelven loco, pero no las puedo cortar!
Pueblo chico infierno grande
Mira
¡Es para espantarse!
Aquí es como que en los domingos,
siempre hay algo que festejar.
¡Así de curioso es mi pueblo!
Tenemos lo necesario,
pero, como no hay mucho para hacer,
la diversión usual
es criticar a los demás.
Yo no tengo problemas porque soy buena gente
¿Pero sabes?
Hay que tratarlos con pinzas
¡Y esterilizadas, si se puede!
© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara
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Hace 6 años
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