viernes, 30 de enero de 2009

60 años

No se dice pronto 60 años. Se reflexiona cada uno de ellos.No es lo mismo que decir 16, cuando conocí a mi primera mujer (25) y comencé un tanto abruptamente a saborear el amor. Un amor un tanto atormentado, dulce y tortuoso que duró 9 años, hasta que, como dice Prevert en Les Feuilles Mortes, "imperceptiblemente, sin hacer ruido, se borró en el mar de las arenas blancas". En aquel tiempo, era un adolescente idealista que pensaba que cambiar el mundo era posible y necesario. Pero la vida se encargó de cambiarme. Como soy un hombre simple y no me acomodaba con la soledad, a mis 25 años llegó ella, mi segunda mujer, que talvez haya sido la más efímera, y por lo tanto la más fugáz. Un encantamiento que duró dos años, hasta que un viento del norte se la llevó a otros mares. Luego vinieron 23 años, unos cuantos meses y otros tantos dias de un matrimonio que estaba "anunciado" desde sus comienzos. Y los hijos. Pero lo que estuvo anunciado fué su final, no su comienzo, que parecía brillante. Me encontré de repente "chupando un palito sentado sobre una calabaza". Y después, diez años de soledad, un poco por la fuerza y otro tanto por elección. Hoy estreno mi sexagésimo año, ya ahora soy testigo de la desintegración progresiva de la vida de mi madre, asisto a mi propia desintegración, y me dedico a escribir, en un intento constante de revivir el pasado. Lo que no es una mala idea, ya que es como la vida, en concepto, una hermosa manera de perder el tiempo.
Es verdad, no soy el mismo, no me queda nada del idealismo de antaño. Me pesa este tiempo. Pero no se trata de ello, sino las duras huellas que dejó en mí la vida.

2 comentarios:

  1. Yo tengo 46 y seguramente no puedo hablar del tema con tanta autorida porque todavía no llegué a los 60. De todas formas el me preocupa, porque veo que el tiempo se va como el agua de las manos y no tiene retorno.
    Me siento cerca de los 50 (quien dice 46 dice 50). Desde que cumplí cuarenta estoy tratando de acostumbrarme al paso del tiempo y que no tengo toda la vida por delante. En esa búsqueda surgio esto, lo de escribir mis pensamientos y es muy bueno, muy gratificante. Me doy cuenta que es una especie de
    autoanalisis que posibilita el conocimiento de mi mismo, y lo mejor de todo es que hay personas que leen lo que escribo y les gusta, y les hace bien.
    Creo que mas allá del dinero, que es muy necesario, hay que buscar constantemente alimentos espirituales que nos permitan seguir adelante. Sería bueno que los ideales no decaigan. Sostenerlos hasta el fin, cuando Dios lo decida.

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  2. Cuando me telefoneaste diciendo que acababas de cumplir 60 no creí que el hecho fuese tan reciente. No es malo ni bueno cumplir años, sería interesante saber para qué. Todos odiamos envejecer, no sólo porque es el camino más directo hacia la muerte, sino también a la decadencia física pero, a mi juicio, lo peor es perder los ideales y es lo que leo que te ha pasado. Eso te hace buscar "hermosas maneras de perder el tiempo", un tiempo irrepetible de un ser irrepetible que debiera mejor buscar nuevas formas de lucha de cara al futuro tomando clara conciencia de que el pasado puede ser recordado mas jamás revivido.

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