Así vive,
y se va.
Así vive,
deja marcada su huella.
Así dejó que la vida,
lo abandonara a su suerte,
lo mismo que a las estrellas.
Como pocas luminarias,
encendidas en la noche.
¿porqué?
¿porque a mí?
Se decía.
Así vive,
Preguntando,
lo que no tiene respuesta.
Entonces yo te lo digo,
y no hay dioses que asistan:
nada ni nadie que explique.
Éste es tu tiempo, y es tuyo,
no hay martillo ni cincel,
ni malicia, ni ansiedad, y,
si bien no explica los males,
también podrías pensar,
¿porque no a ti?
¿porque no?
Y entiende también la vida,
como un milagro fugaz:
¡disfrútala como sea!
© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara
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