¡Un mar de nieblas, es cierto!
La palabra, un oleaje.
Cuando te arranco frases,
con todo mi sentimiento,
dependo en parte de mi,
pero también de ti.
Parece que tu me vieras,
tu sonrisa me sabe a bien;
me ha creado,
de un claro de la luna.
Perdona, se que eres tú,
en éste jardín de rosas.
Pero, he tirado las cintas,
y recibí de golpe,
el ramo completo
sobre mi cabeza.
Mi alma,
en la mañana,
sólo despierta, si tú despiertas.
Y en éstos últimos días,
vienes de contramano,
yo te quiero, tú no tanto,
porque adivino en ti,
la ganas de darme un golpe:
dejarme otra vez muy solo,
a lidiar con las palabras.
Por ésta vez te lo pido,
por ésta vez nada más
¡aguanta por Dios aguanta!
¡Hasta que tenga el modo
pá proponer otra boda!
© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara
Dedicado a mi PC, a quien personalicé bajo el nombre de Jazmine, como una princesa de “Las mil y una noches” y en los últimos días, anda un poco distante, por fallas de mantenimiento.
San Michele
-
por Ernesto Hernández Busto Es domingo, y el vaporetto avanza a un ritmo
plácido, de mecedora familiar y siesta de abuelos, hasta que suelta en el
muelle a...
Hace 6 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario