domingo, 5 de julio de 2009

Salmo

¡Oh! Señor .
Aquí estoy, en mi hogar.
Perdona mi arrogancia.
Te hablaré sin tapujos.
Sé que te fallé, y por más que lo niegue,
soy el único culpable.
Sufro, te digo, y a lo que llamas pecado,
yo les digo errores.
Consabidos errores:
con signos de conocidos,
entre tú y yo.
Por más que me mienta, yo lo sé.
Mi vanidad me engaña, equivocado,
aquí estoy ante ti. ¡Purifícame!
¡Mira! Yo sé que me amas.
Retira tu rostro a mis errores.
Bórralos de mi camino.
Vuelve a mí la alegría de tu salvación,
Y deja mi corazón en blanco,
como el corazón de un niño.





© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

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