jueves, 9 de julio de 2009

Amada muerte

Éste poema lo dedico a dos amigas recientes: Verónica Cottone y Alejandra Orona, porque una me llevó a la otra, y en su muro encontré esta frase de Joyce, que fue la disparadora de las ideas; a Ometeotl, Arturo, quienes son mis lectores críticos con quienes aprendo a diario. En realidad a todos los que tienen la gentileza de leer mis poesías, especialmente a María Soledad Frutos, quien me sugiriera “el alma” como tema y bueno: ésta es la particular versión de lo que puedo dar fe con mi alma de poeta.







¿Qué es un fantasma? preguntó Stephen. Un fantasma es un hombre que se ha desvanecido hasta ser impalpable ,por muerte, por ausencia, por cambio de costumbres" Fragmento de "Ulises", de James Joyce







a mis cincuenta y diez,
me muerden el alma las palabras de Sabina,
poesía ineludible que amé toda la vida,

este mutis por el foro
que en caso de muerte, será punto final
si fuera por ausencia, seré punto seguido
por cambio de costumbres
me volveré mañana
mañana incomprensible
puntos suspensivos
enigma indescifrable

laberinto
incógnita obvia
para el hermeneuta
contraseña fatal
como el ¡no! De Abulafia
con la cual el novato accede a la poesía
al misterio

si hubiese tenido la seguridad de mi nombre
para que deje el rastro
la constancia de que fui real
equívoco, terrenal, absurdo, perdulario,

no estaría en la duda de saber si fui
o solo fui un recuerdo
y todo ha sido en vano
y no todo lo divino
se nombra con un nombre
que Dios perdone mis errores
y me libre para siempre de aquella perdición
la vanidad, el sustento,
de otra luz y otra historia.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

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