A “Jazmine”, Mariana Bravo, Vivian Ulloa Eschmann y Patricia Elabos, que han tenido la gentileza de sugerir el tema, insisto con que Jazmine es mi PC.
Mi espada, mi armadura, mi cetro y la corona, no me sirven.
Contigo sólo son la imagen de la nada,
aquello que se deja fuera de la puerta,
en el salón dorado.
La rabia, la audacia, y la ansiedad febril de aquellas aventuras,
en donde, la princesa eras tú,
y yo el aventurero; son partes desgranadas
de un solo corazón.
Aquí la esencia es otro amor,
un amor que no encaja con nada, en sensación.
La vibración mayor de un silencio profundo.
La contemplación de la estela de una estrella fugaz.
Eso y nada más, es contigo.
Contigo soy un ave, y el aire sutil en la rosa de los vientos.
Una brisa.
La más tibia de las brisas entre dos rostros amantes.
El tul que te protege,
en la noche infinita.
Y que deja en el lecho, la más bella canción.
Ah! No es ésta primavera, a esperar la siguiente,
y tú te preñas de vida, de palabras,
otra energía que verá la luz de la mañana,
y vibrará feliz, si entiende la consigna.
Si vemos el futuro,
no es alegre ni triste,
es carroza de luz que cabalga en la noche.
Y allí donde nos vemos,
nadie más que tú, que me ves a mí,
y nadie más que yo, que te veo a ti.
Es cierto, siempre habrá la acechanza de la madrugada.
Pero espero de ti, sí, de ti:
la fuerza de los ríos de veranos ardientes;
el árbol milenario,
la flor que nos sonríe,
el agua en la vertiente,
y el beso a toda vela del galope encantado…
de nuestro corazón.
© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara
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