domingo, 8 de febrero de 2009

El destino llama a mi puerta


destino atroz
toca otra vez
has venido comprobar tus rastros
"o a ser mi voz mi abrigo y mi alimento"

toca otra vez
que no te oí
soy un camafeo con luces que reflejan
tenues las palabras que tú me has enseñado

en mi camino
se vieron siempre
pálidas huellas
indescifrables
incomprensibles a la luz del tiempo
o por lo menos
yo no las ví

hazme un favor
no ya por mí
deja que diga lo que no dije nunca
lo que perdí
y es un pecado
el haber perdido la ventura
de ser feliz

feliz a pleno
nunca lo fuí
han sido instantes cuantificados
por muchas voces
y otras miradas
que a fuer del tiempo
ya se borraron

tú me conoces
y no es verdad
que tenga miedo
haz de mí lo que deba ser
estaré bien




1 comentario:

  1. Que poema tan duro, Eduardo. Parece una renuncia, una conformidad..no sé que decirte, Vi en Facebook las imágenes tan preciosas de tu hija saltando en la playa, de tus nietos tan hermosos..no sé, pienso que tienes tantas cosas
    buenas que te rodean. Yo apenas tengo familia, y envidio :) esta parte tuya..ves?, todos tenemos nuestra crucecita. Te mando un abrazo y ya ves que ahora si hee podide entrar en el blog. Desde el Face, no..no se puede, o al menos a mi, no se me abre,
    Has cambiado la plantilla, verdad?. Esta me gusta más..:)

    Un besito

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