(En un frío día de invierno)
Sol de invierno. Tu brazo fiel me llama.
Donde quiera es generoso tu calor.
La anchura de mi día, el resplandor
fastuoso, que te anuncia, me reclama.
Mis ansias, mis milagros, mi memoria:
dócilmente, añoran los momentos ,
recomponen la historia (sentimientos,
soledades, la magia es tenue gloria):
¡donde hubo amor, también habrá riqueza!.
La bella y perfumada flor, ¡qué vana!
Si frágil su textura, su belleza.
Doquier vaya, ¡destino irreversible!
Recontaré momentos, y es galana...
docilidad de un día inasequible.
© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara
San Michele
-
por Ernesto Hernández Busto Es domingo, y el vaporetto avanza a un ritmo
plácido, de mecedora familiar y siesta de abuelos, hasta que suelta en el
muelle a...
Hace 6 años
El abrazo del sol de invierno, me trajo recuerdos entrañables. Bonitos versos. Un saludo cordial
ResponderEliminar