Por su coincidencia en el nombre, y el profundo placer estético que me da escucharla, a la maravillosa cantante Eliana Sosa.
«La música, los estados de felicidad, la mitología, las caras trabajadas por el tiempo, ciertos crepúsculos y ciertos lugares, quieren decirnos algo, o algo dijeron que no hubiéramos debido perder, o están por decir algo; esta inminencia de una revelación, que no se produce, es, quizá, el hecho estético»
Borges
Hay carteles de hierro, en la plaza,
cambia el universo;
renuevan,
el aviso de tu estado, a lo largo de tu ausencia.
No se si es el recuerdo,
o tu esencia, pero ejercen,
lo que es la eternidad, en mi destino.
¡Estás!
Perduras,
sin prisa, sin tapujos, sin ambages.
Caigo por mi ventana, en cuerpo y alma,
me atropella el invierno.
Pero en tu voz de antorcha, no hay torpezas,
rescata lo irrecuperable,
lo que hay en mis bolsillos vacíos, a la cuenta de tres, un tris.
Y no sé si en la fuente, está la cabeza del Bautista,
o la piel desnuda de Salomé, poco importa.
¡es “El cant dels ocells”!
¡Eres eterna en mí!
¡Soy el príncipe de las palabras!
Y tú eres la reina, la saeta que mata.
Y estoy jugado, en mi torpeza,
a sucumbir,
en los oscuros arrabales
del sur.
© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara
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