miércoles, 27 de enero de 2010

Correspondencia de fe

Esta boca, esta misma boca,
dijo alguna vez que no dirá tu nombre,
y hoy
solo es una sensación de movimiento entre los ruidos de la noche.
Esta voz
que no andará por el camino del misterio,
es voluntad perpleja,
es arma inquebrantable de la mente, aunque corazón vencido, ya,
en un gesto de renuncia,
mortal, espiritual, que nace del amor,
y se sostiene,
por el deseo de aferrarse a una vida casi muerta.

¡Oh Dios, ven!
¡Te necesito!
¿No es así como andaré por las espinas en rosas?
¡Ni en rastro para tu alabanza!

Esto ha de verterse
en la rarefacción de la sangre que, multiplicada por si misma
se transforma en fuente de toda la pureza
y es manantial, bendito,
en toda vida que sigue.

Esta fatiga
que viene del principio del mundo,
de andar cargando un cuerpo con fragilidad.
De estar enfermo siempre, vestido con andrajos, tanto,
que avergüenza, por su falta de sentido,
en el huerto que guardas para mí.
No lo entiendo.
¿Porqué vivir tan lacerado?
¿Porqué luchar toda una vida?

Aún así, yo, me hago cargo,
de mí,
de mi equipaje, y te ofrezco mis manos para sellar la herida.

En éste mismo cuerpo que debió ser tu templo,
el espíritu es libre, se siente muy seguro,
y tiende ante tus ojos su mirada anhelante,
porque tiene un pie muy seguro,
apoyado,
en la historia el mundo.



© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

jueves, 14 de enero de 2010

Yo debería escribir poesía, ahora

Para Sally Espinoza y María Elisa Plaate, hija de Gustavo Plaate y Yeny Alonso, dos entrañables amigos, como bienvenida a mi facebook.




Pero algunos me dijeron,
del uso inadecuado del recuerdo.
A ver, como es el tema,
en este juego de presencias y de ausencias, hay días en que si,
lo afirmo, esta sensación,
se me viste de angustia o de jolgorio.
De que ando que no ando, como hoy.
“Face in hole”, escribiendo sobre la tierra, el barro, y las manos:
en cada noche de ti, cada imagen, se deconstruye con el uso y abuso
de
sensaciones vagas, en donde todo tiene que ver con todo,
y nada es un sistema entero que se parece a uno.

Asoman relaciones que confunden,
desorientan. Consciente o inconsciente.
El producto bruto interno, la Bolsa, los Valores,
la Central conspiración, todo se entremezcla,
pero todo me remite a ti. ¡Que pasión!
Y no puedo fingir que no hay nadie, que son otros.
los hechos, ¡es mentira!.

Nunca hay nada, y la luna, esta luna, tan frágil y tan blanca,
siempre ha de ser el espejo de otro mundo, el pasado. Pero allí,
está por siempre todo:

Entonces. Mi falsía,
será como escribir desde el olvido. Ilusorio.
¿mas yo puedo enterrar mi sombra?,
¡Imposible!,
una forma distinta de negarte,
(así como sentencia): de encontrar
en cada paso que se me ocurra dar, cada palabra dicha, o pensada,
el rastro de un amor tan desolado,
tan dolorosamente amado,
¿está ausente?

Y el mundo sigue andando.
Y la Bolsa sigue bajando, el riesgo país también,
el dólar se mantiene estable, el Euro sin cambios. Y bueno.
¡Y bueno y qué! Todo sigue andando. Pero tu no estás,
y nunca serás igual, te he cambiado, eres la misma, pero no te reconozco.
Tendrías que lavarme con ceniza, purificar el aire,
desbastar el dolor, dejarme puro. Pedazo por pedazo.


En fin, para ser en tu mano, lo que debiera ser…
un pájaro,
libre.




© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara

domingo, 3 de enero de 2010

Elogio de la muchedumbre

Para aquella niña que me amara en la mañana ajetreada de julio del 72





Puedo pensar en ti
Puedo decir de ti
Puedo nombrarte
Puedo invocarte
Puedo olvidarte
Pero tu presencia en mi es un artilugio del recuerdo
Diré que eras una mujer que hoy trataría de ser solo una cuando en realidad fuiste muchas/ todas
Fuiste ocaso, plenilunio, luz y toda sombra del anochecer y el alba
Resolana
Aire de camelias/ constelación/ en este cielo azul
de Cruz del sur
Y el mismo sol se pone en vos y en mí para otro día
Otro delirio
Que te hace crecer en toda cosa que intente construir con vos
O destruir de vos
Fuiste como un reloj con odio que marcó el retorno de todos los fantasmas
Carroñera imagen del asombro en mí
Ese mismo asombro que saltó desde la piel/ ramillete de dulzura
Que se escapó de un ámbito tan dulce como las preguntas
Incontestadas siempre
Alabadas por todos los que nos vieron y dijeron
“estos dos han sido condenados para amarse”
¡qué ilusión!
¡qué vanidad!
¡qué nada!

Y “El proceso” ése tan temido
te dejó sin mí
Me dejó si ti
Y desde aquel vacío que ocupaste en los camiones
Hay todavía manos que se extienden/ que pretenden
quedarse juntas para siempre

Se finí

No puedo aún soñarte
No recuerdo ni tu rostro ni tus ojos ni tus manos
Y hoy solo tengo que velarte una vez más
en mi recuerdo




© 2010 by Eduardo Dante Dall´Ara