jueves, 31 de diciembre de 2009

La tristeza no me merece

Para Beatriz Alarcón García, quien me sugirió el tema y Sally Espinoza.





Este poema es un homenaje a todos mis amigos, a modo de disculpas, por haber tomado la decisión de no publicar más en facebook, a raíz de comentarios acerca de que a mi lo único que me interesa en lo que publico son los comentarios de mis amigos. NO es así, de paso aclaro que aunque estén mencionados, no tienen obligación de comentar, simplemente es mi regalo de fin de año y espero que les guste. Un beso muy grande a todos. Que el futuro próximo cercano les brinde a todos un pleno de bienaventuranzas.








Si uno supiese, a ciencia cierta, de donde viene y hacia adonde va,
estaría colmando un intersticio, un misterio,
y no sería triste, ni feliz. La vida misma.
Pero las cosas son lo que son, y aquí, en eso andamos.
No se trata de verlas como otras,
sino así como son, tal es la magia. Y confieso que, para mi, ser triste,
necesita de un hombre con agallas.
No es,
esconderse en el debajo de la tierra,
aunque digan que la muerte viene a ti,
porque es,
el tiempo en que comprendas el motivo
de las cosas.
Y es posible que deambules, de bache en bache,
Entendiéndolo todo mucho menos, y desees,
volver a empezar, una vez mas.
Irreversible.

Las plantas crecerán en tu balcón.
Sin aire de pureza, las monedas gastadas en tu vida.
Se verán en el aire danzarinas , con sus brillos,
tendiendo a las estrellas. Habitante de todo, no de olvido.

Rescatará en tus manos la esperanza, el asombro,
como el ojo de un niño ante las flores.
El pasado es pasado, hay que besarlo, honrarlo,
cual si fuera el hilo de tu vida;
el futuro es futuro, se construye,
y se trama con armas: la belleza,
templada
en la faz de una mirada. No sea cosa,
que el olvido, suceda al corazón de nadie.
Es por eso que digo que yo anhelo,
recordar hasta el mínimo detalle, sin tristeza. Porque
no la merezco.
Mas si,
encuentro en el sentido de mi esencia,
un ámbito pequeño,
tan inmenso,
que no llego a divisar sus horizontes,
aunque esté ya en el final
de este camino.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

sábado, 19 de diciembre de 2009

Mas que humano

Este poema lo dedico a Eliana Sosa, quien me pidiera escribir sobre el tema; e indirectamente, a dos personas que fueron grandes maestros en mi vida, por haberme permitido disfrutar sus grandes escritos, de los cuales me he nutrido como alimento.
http://es.wikipedia.org/wiki/Theodore_Sturgeon
http://amediavoz.com/borges.htm#EL GOLEM




Tal (como el sabio dice en su partida),
la vida son eternos devenires,
y no seduce el modo que lo mires,
sino el bien de aprender en esta vida.

Soy humano; mas si, yo soy humano,
entonces deconstruyo cada día,
lo atomizo en esencia, es vigilia,
y que Dios no me entienda, no es en vano.

Desde Adán, que yo veo omnipotencia
de la forma, la idea, la palabra
que libera, ésta imagen tan macabra
del pecado, la duda, y su presencia.

El saber, es su luz, no tiene apego,
y nada se verá de otra manera.
La sombra insinuada, es la primera
sensación que se oculta y la reniego.

Así es como se van (cómo te digo:
tejiendo los misterios insondables)
de aquello no se habla, “impensables”,
y© niega del placer, su tibio abrigo.

Sin embargo, en las cuitas de los vivos,
se entrelazan siempre los contrastes;
donde hubo mucho amor, hoy hay desastres,
y chocan sentimientos compulsivos.

Que va a ser, es “tu” parte de la historia,
y es cosa de vivir sencillamente,
no hacer tu breve tiempo, un accidente,
¡deja tu firma y, para ti, la gloria!




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara

viernes, 4 de diciembre de 2009

Pasa la vida, cual lógica de las marionetas

Si canto y amo como un animal, en cuerpo y alma,
mi corazón es un templo, ocultará, detrás de esta voz,
el lugar adonde vivirá mi alma,
y ha de llevarme adonde no tendré sed,
ni hambre,
nada.

Las apariencias engañan, aquí,
en el naciente y el ocaso de los sueños,
se que todo lo que comprendí, ya no existe,
se confunde con el viento, la verdad, y mi triste realidad,
como hojas, rodando en las arenas blancas.
Por eso lo valoro, hasta el momento del agobio,
porque es verdadero,
y la eterna discusión es digna de respeto.

Soy lo que soy, lo que fui, y lo que nunca fui,
todo está lleno de mi,
un devenir,
en el espacio: mi panta re,
estoy completo en partes diminutas,
soy solo un hombre, pero aún,
soy todo movimiento, soy pendiente
en un tímido comienzo de infinitos presentes,
allí adonde todos vivimos sin saber,
el absurdo acontecer de otro mañana.
La sombra que no cree,
no tiene derecho, ni siquiera,
a disfrutar de la ausencia.




© 2009 by Eduardo Dante Dall´Ara